Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

viernes, 24 de febrero de 2012

Otra versión del encuentro entre Carlos y Miguel, según Vicente Ramos


(Vicente Ramos y Pérez)

Otra versión del primer encuentro entre Carlos y Miguel, según Vicente Ramos en la edición de Gredos de 1973 es la siguiente. Vicente Ramos tuvo amistad con Carlos Fenoll, Meses antes de la muerte de Justino Marín, en 20 de junio de 1946, Vicente, Molina y Carlos entuvieron visitándole en la calle Mayor 27, donde vivía.

En la Casa del Pueblo [Calle Barcala nº 38 de Orihuela], y con toda probabilidad en 1928, se conocieron Miguel Hernández y Carlos Fenoll, vecinos, por añadidura, de la misma calle. De inmediato los dos jóvenes —Miguel, con dieciocho años; Carlos, con dieciséis— se unieron en fraterna amistad.
Carlos, al igual que su padre, tenía facilidad para la versificación; Miguel ansiaba hacer teatro. Pero, al poco, éste, influido por aquél, comenzó a escribir poemas. A la par, se intercambiaban libros de Vicente Medina, -de José María Gabriel y Galán, de Juan Sansano...; se leían mutua y críticamente los versos propios y, juntos, ofrecían recitales bien en el Círculo Católico —especialmente, con motivo de la fiesta de San José—, convocados por el Consiliario don Luis Almarcha, o por el también sacerdote don Ramón Barber Marco, o ya en la Casa del Pueblo, rectorada entonces por don José Cubí.
Naturalmente, ensanchan poco a poco el ámbito de sus lecturas: Marquina, Villaespesa, los hermanos Alvarez Quintero, volúmenes de la colección teatral «La Farsa», Rubén Darío, Cervantes, Antonio Machado, Gabriel Miró, Juan Ramón Jiménez... Y Miguel pasa largas, felices horas, con Carlos en la tahona de éste, alimentando ilusiones y soñando versos.
El año 1929 señala la aparición del primer poema de Carlos Fenoll: el titulado Canto al nuevo jardín oriolano, que podemos leer en el semanario «Actualidad», de fecha 6 de junio.
Miguel Hernández no publica hasta el 13 de enero de 1930, y lo hace en las páginas de «El Pueblo de Orihuela» con su trabajo "Pastoril".
Pero, días antes, Carlos anuncia por vez primera a sus paisanos la presencia del poeta Miguel Hernández, mediante su poema La sonata pastoril, que lleva la siguiente dedicatoria: «A Miguel Hernández, el pastor que, en la paz y el silencio de la hermosa y fecunda huerta oriolana, canta las estrofas que le inspira su propio corazón», se trata de “La sonata Pastoril” en “El Pueblo de Orihuela”. el 30 de diciembre de 1929].

Los versos que descubrieron a nuestro gran poeta dicen como sigue:
Cuando la tarde declina
y el sol va perdiendo el brillo
tras de la parda colina,
se siente la sonatina
de un alegre pastorcillo.


El trabajo con cierto talante modernista de Carlos Fenoll, en el que dulce y gozosamente pregona el nacimiento de un nuevo poeta en Oleza, lo acogió don Luis Almarcha en «El Pueblo de Orihuela», de fecha 30 de diciembre de 1929, en las mismas páginas, donde, gracias al mismo mecenazgo, apareció, el 13 de enero siguiente, el poema Pastoril, que inició la obra de Miguel Hernández:
Junto al río transparente que el astro rubio colora y riza el aura naciente, llora Leda la pastora. De amarga hiel es su llanto. ¿Qué Hora la pastorcilla?




……………Enredo sobre la tertulia de la tahona, escrito por lo que le había contado manuel Molina:

A nuestro criterio, el tercer y definitivo paso para la total constitución del Grupo de la Generación Olecense de 1930 fue la amistad entre Carlos Fenoll y Ramón Sijé, lograda a través de Miguel Hernández [Según Poveda fue él quien presentó Sijé a Carlos]. Luego, sin tardanza, se iniciaron las tertulias en la tahona de Fenoll, engrosadas más tarde con la presencia del oficinista Jesús Poveda, del molinero Jesús (sic)[José] Murcia Bascuñana, Antonio Gilabert Aguilar, primo de Miguel; Efrén, hermano de Carlos, y Manuel Molina.
[Manuel Molina se agregó por su cuenta en una inexistente tertulia, porque consiguió sacarle a Carlos en una carta que él fue el benjamín del Grupo Silbo]
(Gredos 1973.