Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

miércoles, 8 de febrero de 2012

HORA INDECISA


Ha llovido: y perdura, ya muy débil
un fragor de tormenta. El cielo está
cubierto de ceniza. Agosto sube
a su ahogado crepúsculo final.

Un pensamiento súbito: mañana,
en el alma de Europa, ¿cerrarán
las nubes de la guerra el horizonte
de esperanza en el tiempo de la paz?

¿Se ha de obrar el milagro que la salve,
—¡Oh, milagro de amor, de lumbre y pan!—
al hallarse una ruta de justicia
para los hombres de buena voluntad?

La ansiosa incertidumbre, y el paisaje
profundamente triste y hosco, dan
a mi espíritu un hondo sentimiento
de infinita piedad...


Carlos Fenoll (Publicado en «Verbo», 1946) (Escrito en el año 1939)