Es necesario en este centenario (1912-2012) recopilar la obra dispersa del inmortal poeta oriolano, como así cuantos artículos, reseñas, oponiones y comentarios se han publicado sobre él. Esta es ocasión única para recoger inéditos. Y reclamar la publicación de sus Obras Completas. Somos fenollianos. Portal dirigido por Ramón Fernández Palmeral.
lunes, 27 de febrero de 2012
Carlos se cinsera con J.M.Moreiro en 1972
Carlos Fenoll, en una entrevista sobre Miguel Hernández.
1. - "La literatura es para mí un trauma. Me falta energía interior para mantener el tema. Todo se agota. Cada vez me cuesta más hablar de este tema. Hará ocho años que no escribo una sola línea. Yo intenté ser poeta. A veces rememoro cosas de Miguel y me digo que un día debería contarlas, porque de otra forma es difícil que salga eso que yo llamo lo inefable de Miguel. Pero, ¿qué importa el entorno de un poeta? Yo prefiero la obra al autor. Este se va y su obra queda".
2. - "La poesía no es más que vida, naturaleza sentida. Es la única trascendencia de la materia. Por eso es más importante la obra que el propio autor. Es la única trascendencia capaz de subsistirle. No estoy de acuerdo con quienes se interesan más por qué Lope de Vega se casó tantas o cuantas veces que por sus obras mismas. La poesía nace con ciertos seres; o se desarrolla. Todo lo que ve el niño es poesía. El poeta no es más que un niño que nunca dejó de serlo, porque jamás perdió el don de la sensibilidad. Eso también es poesía".
3.- "No he renegado nunca de la literatura. Cuando leía a los quince o dieciséis años a Villaespesa, Ardavín, Bécquer, Machado o Juan Ramón, me daba cuenta que dieron, en su tiempo, lo que tenían. Ahora, los versos de Miguel, cuando los leo, me dicen mucho: lo de siempre. Aquello que sólo es capaz de trasladar un ser verdadero y auténtico. La poesía de Miguel es el reflejo de uno de los seres más auténticos que han existido. Miguel era un hombre que había tenido poco amor y lo daba, sin embargo, a manos llenas. Aquellas personas de entonces no mimaban a los hijos. Y él creyó tan importante el amor en la vida que lo fue regando. Prueba de ello es la Elegía a Ramón Sijé. Intimó con él en Orihuela, como después lo haría en Madrid con Aleixandre, Cossío y, quizá, con Neruda más que con los dos anteriores. Ya se sabe que trabajó con Cossío. Hizo fichas biográficas. En una ocasión me dijo que estaba escribiendo una de medio folio sobre Lagartijo para la obra "Los toros".
4.- "La base de toda la desgracia de Miguel estuvo en la ingenuidad. El creía que no le pasaría nada. Pudo haberse marchado, como Alberti, Neruda, Machado o Bergantín. Tenía influencias suficientes, pero se confió demasiado. Miguel era un hombre sin malicia. Si se embarcó en la política fue porque creyó que de esta manera podía hacer algo más por los humildes. Nunca olvidó sus orígenes. Yo puedo afirmar que nunca odió a nadie. Pudo tener enemigos ideológicos, pero nunca personales. Hay que insistir en este punto. Sólo así se puede comprender a Miguel y explicarse su actuación".
(Estas cuatro declaraciones, que yo enumero aquí, las he tomado de la entrevista que le hizo José María Moreiro a Fenoll, en la casa de éste, en Barcelona, pocos meses antes de su muerte. Ignoro el nombre de la revista [ABC 1978] que la publicó porque mi cuñada Ascensión Avila, viuda de Fenoll, me dijo que la revista en cuestión había sido retirada de la circulación por las autoridades en Barcelona, y yo arranqué de ella las hojas, donde no viene mí nombre o dirección. El pretexto que dieron las autoridades españolas para recoger de la circulación aquel número, es que llevaba fotografías "séxis" o desnudos femeninos, que yo no vi por ninguna parte.)
(Jesús Poveda, “Vida pasión y muerte de un poeta: Miguel Hernández” Ediciones Oasis.S.A., México, 1975 pp-203-205