Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

viernes, 20 de enero de 2012

LA POESIA DE CARLOS FENOLL


LA POESIA DE CARLOS FENOLL

Por Manuel Molina

Muy breve su producción y esparcida en periódicos, revistas locales y provinciales, la obra de Carlos Fenoll es merecedora de un estudio en profundidad.

Lo es por dos motivos fundamentales: por haber sido compuesta por un poeta elemental, y por tener una calidad suficiente para figurar entre las mejores de su tiempo. Tres son las etapas más importantes de su evolución poética:

La primera, de raíz natal, con matices adolescentes y visiones de la naturaleza inmediata. Es una canción al uso de los troveros del pueblo, que van de fiesta en fiesta por los lugarejos de la ciudad, improvisando pareados, cuartetas, quintillas y alguna décima que otra, donde el tema es puramente doméstico y relucen costumbres, sucesos y asuntos que afectan a la vecindad. Estas trovas que Carlos Fenoll conoce y trata —en principio— de imitar, suelen tener, en ciertos casos, gracia expresiva y hasta musical, pero carecen de identidad poemática casi siempre.

Pronto Carlos Fenoll entra en la órbita de Vicente Medina y de Gabriel y Galán, cuyos versos se publican en los periódicos semanales de la época. Su lectura se prolonga del diario A.B.C. a la revista BLANCO Y NEGRO, donde entra en contacto con Villaespesa, Carrere y Salvador Rueda. Es este camino primario el que le conduce a su primer encuentro con la voz personal, y cuando ya es capaz de escribir versos como estos:

Salve, primavera de mis sueños de oro que arrancas de mi pecho el clavel sonoro de una prolongada y lírica canción.

La segunda etapa de la poesía de Carlos Fenoll se inicia a mediados del año 1936, con la fundación de la revista SILBO, que supuso un renacimiento espiritual y una afirmación del poeta.

En este tiempo Carlos Fenoll alcanza la juventud plena y un conocimiento más profundo de la poesía. Ha llegado a sus manos, ha leído los versos de Juan Ramón Jiménez y deAntonio Machado, y aunque sea sólo de oídas conoce los nombres de Federico, Aleixandre y Alberti.

El tema predilecto de ahora, del presente del poeta, es el amor. Y sus nuevos madrigales tienen un sabor, un encanto lírico de extraordinaria fuerza y armonía, una andadura metafórica original. He aquí un sonetillo escrito por entonces y titulado

PRIMER HIJO [José Antonio]

Dulce fruto, compañera;
dulce hijo, tierno amor.
¿Hace el barro esta labor,
suave y fragante, de cera?

¿De una semilla grosera
nace este bello rubor
de concha marina y flor
de cielo de primavera?

Compañera, de oro y miel
se hizo en tí la sangre mía,
toda tu sangre un gran beso.

Nada preguntemos: él
nos da una pura alegría...
y es bastante saber eso.




NOTA.- Publicado en Antología de la poesía alicantina actual (1940-1972), por Manuel Molina Rodríguez, Caja de Ahorros Provincial, nº 13, Alicante 1973. Aunque este soneto se publicó por primera vez en "Poemas" de 1936