...Ya tengo tres nietos, dos niñas y un niño —éste se llama como yo—. Los tres son hijos de mi primogénito, pues el segundo, Carlín, que ya tiene veinticinco años, sigue soltero (1). El tercero, Vicente Luis, está a punto de incorporarse al servicio militar, y el cuarto y "ultimo-génito" (2), Julián, natural de Barcelona, ha cumplido los dieciséis (por lo que haciendo cuentas nació en el año 1951). La lucha ha sido dura, pero ahí están ya los hijos hechos hombres, gracias a Dios y a todos los Santos, y ahí los nietos, pequeños ramos de inocencia, que traen la renovada gracia virginal de la vida humana, con la que compensan a nuestro corazón.
En el aspecto literario, en verdad, en verdad te digo que he perdido completamente el gusto de escribir, de tanto exigirme, de tanto no gustarme cuanto he hecho o intentado. Sin embargo, todas mis horas de ocio las dedico a leer. Es decir, que la literatura, en todas sus ramas, es lo único que sigo considerando importante, lo unico que sigue despertando en mí un vivo interés.»
Barcelona, 2 de mayo de 1967
(Recopilado en "Canto encadenado", libro de Manuel Molina, Aicante 1978, p.26)
1).-Carlos marchó a trabajar a Canarias según carta de Fenoll a José Sánchez Hernández de fecha 23 de noviembre de 1972, escribe: "Querido Pepito de Oleza: hace escasamente dos horas que mi mujer y yo hemos llegado a Barcelona -a casa, a casa, procedentes de Canarias, donde hemos pasado casi un mes de vacaciones en compañía de nuestro hijo Carlos...que reside allí"
2).- Feliz uso del neologismo "ultimogenito", último de los hijos en similitud a primogénito.