Es necesario en este centenario (1912-2012) recopilar la obra dispersa del inmortal poeta oriolano, como así cuantos artículos, reseñas, oponiones y comentarios se han publicado sobre él. Esta es ocasión única para recoger inéditos. Y reclamar la publicación de sus Obras Completas. Somos fenollianos. Portal dirigido por Ramón Fernández Palmeral.
miércoles, 25 de enero de 2012
Carlos Fenoll y Miguel Hernández: el peso de los recuerdos
(Carlos Fenoll, en Barcelona)
Por Aitor L. Larrabide
A.M.con mi amor.
La figura de Carlos Fenoll aparece en todas las biografías publicadas sobre Miguel Hernández. Sin embargo, todavía no se ha destacado su gran importancia e influencia como guía en el futuro autor de El rayo que no cesa.
Ofreceré una breve caracterización de Carlos Fenoll y luego, de manera también escueta me referiré a su relación directa con Hernández, tanto en las relaciones personales como en la que se trasluce en la producción de M.H.
1. SEMBLANZA
Carlos Fenoll provenía de una familia aficionada a los "trovos", a la improvisación de versos, especialmente su padre, muerto a los 42 años. Dicha pérdida dejó a Carlos como hijo mayor frente a 13 hermanos. El cante jondo, la poesía, los toros y el vino de taberna (y no necesariamente en este orden) fueron sus pasiones.
Fenoll cantó en principio el mundo huertano, el amor y la juventud desbordada por la vida. Una serie de dolorosas circunstancias (las muertes de Ramón Sijé, la de su padre, MH y, por último, la de Gabriel Sijé), así como la responsabilidad de su matrimonio con Asunción (sic (Acensión) Avila, la "Valera" (su padre se llamaba Valero, molinero de pimentón) llenaron de cansancio y hastío su "Canto encadenado" (1). Sus últimos años fueron de una nostálgica evocación por una ya imposible niñez paradisíaca.
La verdad es que su infancia fue dura. Según Guillen García y Muñoz Garrigós (2) "aprende a leer en la calle, con ayuda de los transeúntes, usando la cartilla de los rótulos comerciales y creando su propio método inductivo, a través de un animismo gráfico de carácter personalísimo: la "S" era un pavo real, la "N", una vieja gruñona.
Su vida se debatió en una permanente lucha entre su vocación de poeta y la necesidad cotidiana de sobrevivir. Las ausencias de MH, Gabriel Sijé y su propia de gradación personal le obligaron a abandonar Orihuela a finales de los años 40 y trasladarse a Barcelona, donde murió el último día de 1972.
2. SU RELACIÓN CON MIGUEL HERNÁNDEZ
El propio Fenoll relató (3) la forma que trabó conocimiento de MH. Éste interpretó un papel dramático en la obra Los semidioses, en 1930. Aquello despertó su vena dramática, anterior a la poética. Cuando se presentó Fenoll le animó a escribir un poema y publicarlo. A Miguel se le ocurrió preparar un drama en cinco actos y en octosílabos que se titulaba La gitana, en libretas escolares como soporte, una imitación del estilo de Ardavín y Villaespesa pero irrepresentable por el gran número de personajes en escena. Fenoll le estimuló y le convenció para que se centrara en la poesía y abandonara el teatro. La vecindad (ambos vivían en la calle Arriba; Fenoll en el número 5 y Miguel en el 73) propició el contacto diario.
Fenoll introduce a MH en EL PUEBLO DE ORIHUELA, publicación local en la que colabora y lo anuncia dos semanas antes de que apareciera su primer poema publicado, "Pastoril" (ns99, 13-1-1930), y esa presentación se titula "La sonata pastoril" (aparecido en el número 97, 30-XII-1929), con esta dedicatoria: "A Miguel Hernández, que en la paz y el silencio de la hermosa y fecunda huerta oriolana canta las estrofas que le inspira su propio corazón".
Luego la famosa "tertulia" de la tahona, una tertulia que como tal parece dudosa su existencia , y con menos miembros de lo que otros postulan.
Fenoll acompañó a MH a recoger a Elche una mag¬nífica escribanía de plata por el poema "Ganto a Valencia", premiado en el Certamen Literario Regional de la Sociedad Artística "Orfeón Ilicitano". (4)
Pero es en la producción de MH en donde más claramente se refleja la relación entre los dos poetas. Fenoll destruyó toda la copiosa correspondencia mantenida con MH, en un arrebato de locura transitoria, según los más benévolos. Ese material ahora sería impagable pero Fenoll optó por la renuncia, se liberó del tremendo peso del pasado.
MH escribe tres cartas a Fenoll, una a Sijé pero con un aparte a Fenoll; y otra, la última, a la familia Fenoll desde la cárcel. Por orden cronológico la primera es la remitida desde Madrid el 17-111-1932 a Sijé (Obra Completa, O.C. en adelante. II: 2294), en la que le pide a Fenoll que actúe de Celestina entregando un sobrecito a una misteriosa muchacha (¿Carmencica la Calabacica?).
La siguiente carta, también desde Madrid, y fechada en febrero de 1936 (O.C. , II: 2369) es importante pues MH conocía a la perfección el tipo de poesía que escribía Fenoll: "tú haces los mejor cantando hacia dentro de cuando en cuando y no hacia fuera. Pierde la mitad de valor el verso que se dice y gana doble el que se queda en la garganta".
La tercera carta, desde Puertollano y al mes siguiente (O.C., II: 2389) le anuncia su próximo viaje a Orihuela por Pascua.
La confianza puesta en el amigo fiel se refleja en otra desde Madrid, el 12 de junio de ese año (O.C.;II: 2424): "Yo quiero hablar contigo largamente de todo, no quiero decírtelo por carta".
Desde la cárcel, en Madrid , el 31 de mayo de 1939 (O.C. , II: 2545) pide a la familia Fenoll que le escriban todos ellos.
MH escribió un trabajo en el diario LA VERDAD el 7 de diciembre de 1933 (O.C.,11: 2107), "Paisaje -de Belén", sobre el horno de los Fenoll y ese olor tan característico perfumando la calle Arriba.
Cecilio Alonso (5) en una reseña a la Obra Completa de MH anuncia que en el archivo de Manuel Molina (fallecido hace cinco años por estas fechas) encontró los ocho sonetos que en su día MH entregó a Fenoll en 1936 para insertarlos en la revista Silbo, según Balcells (6). Per¬tenecen al ciclo de El Silbo Vulnerado (nos. P.S.,II, 191, 202, 203, 215, 220, 221, 222, y 223), mecanografiados por el poeta.
Estos sonetos presentan una treintena de variantes en relación con los publicados y cuatro de ellos (nos. P.S., II, 191, 202, 221 y 222) tienen interés pues son los únicos manuscritos contrastables con las versiones conocidas. Hay que estudiar la posibilidad de que sean versiones más elaboradas que las incluidas en la Obra Completa, pues unas ofrecen lecturas más convincentes y acertadas que las publicadas.
Deseo que otras personas puedan profundizar mejor que yo en la relación entre Carlos Fenoll y MH. Es de justicia hacerlo.
NOTAS
l.CFR. POVEDA, Jesús. (1975). Vida, pasión y muerte
de un poeta. México: Oasis, P. 69 y ss.
2- GUILLÉN GARCÍA, José -MUÑOZ GARRIGOS, José. (1975). Antología de escritores oriolanos. Orihuela: Ayuntamiento, P. 179. (¡reedición completa ya!, como del fiende Juan Bellod).
3- MOREIRO, José Ma. "MH en el testimonio de nueve amigos", ABC, Suplemento dominical, Madrid, 26-111-1978,PP- 7-9.
s 4- Cfr. EL ILICITANO, Elche, Ne 142, (5-IV-1931): Por- tada.
5- ALONSO, Cecilio: "Obra Completa (Resena), DIABLOTEXTO, Valencia, 1 (1994)" :201-4.
' 6- BALCELLS, José M8. (1975). Miguel Hernández, corazón desmesurado. Barcelona: Dirosa, p.33.
(Publicado en La Lucerna nº 41 año VI, 1995, p. 27