Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

sábado, 21 de enero de 2012

Carlos publica en la revista "Silbo" números 1 y 2 (1936)




Senda del amor, sóla

El corazón tiene sendas.
¡Una senda clara y sóla:
Pájaros muertos, brillantes,
en medio! Senda que llora
el no tener compañera.

No poder ser una víbora,
ni siquiera lanza, diente,
uña. Le matan las otras
la espiga, el pájaro, el agua
y le echan lodo a sus rosas.

¡Sí ella pudiera ser libre,
ser, sin la senda afanosa
de la envidia, sin la senda
tísica del odio, sóla!

¡Cómo cuidaría entonces
los trigos, el pan, la roja
nave del horno, la tierra
triste, hasta la triste roca!

Ser sóla, senda de amor.
En mi corazón tú sola:
agua brillante, pradera
brillante, brillante rosa.

¡Si yo pudiera quebrar
la amarga raíz de la otras
en mi corazón, sacarlas
de sus basuras más hondas!
Y no podré nunca. ¡Nadie
podrá nunca, nunca!, sóla.


Poema de Carlos Fenoll titulado "Senda del amor, sóla", con ilustración de la pintora surrealista Maruja Mallo.

En el número 2 de Sibo publica:

Madrigal en octavilla

a una hora inoportuna

De todo los manantiales
de agua, metal o armonia,
el de tus labios frutales,
los de tu cabeza umbría.
De todos los infernales
crespones, que me imanta,
tu corazón, que me canta.


Toamdso de un ejemplar facsímil de la Fundación Jorge Guillén