Esta es la segunda elegía que compone Miguel Hernández tras la muerte de su amigo y mentor Ramón Sijé (24-12-1935). Y lo hace pensando en Josefina Fenoll, la novia acongojada y hermana del panadero-poeta. Al estar cerrada la edición de El rayo que no cesa (enero de 1936), obra que lo consagra como uno de los grandes de las letras de la época plateada, este poema se quedó fuera.
Creemos que esta carta más que elegía la escribe Miguel con pretensiones amorosas por las veces que repite "conmigo" o "arrimate". Ver mi trabajo "Josefina, el amor imposible de Miguel" .
Ver carta de Carlos Fenoll a Miguel Hernández relacionada con la muerte de Ramón Sijé.
(En Orihuela, su pueblo y el mío se ha quedado novia por casar la panadera de pan más trabajado y fino, que le han muerto la pareja del ya imposible esposo).
Tengo ya el alma ronca y tengo ronco
el gemido de música traidora…
arrímate a llorar conmigo a un tronco:
retírate conmigo al campo y llora
a la sangrienta sombra de un granado
desgarrado de amor como tú ahora.
Caen desde un cielo gris desconsolado,
caen ángeles cernidos para el trigo
sobre el invierno gris desocupado.
Arrímate, retírate conmigo:
vamos a celebrar nuestros dolores
junto al árbol del campo que te digo.
Panadera de espigas y de flores,
panadera lilial de piel de era,
panadera de panes y de amores.
No tienes ya en el mundo quién te quiera,
y ya tus desventuras y las mías
no tienen compañero, compañera.
Tórtola compañera de sus días,
que le dabas tus dedos cereales
y en su voz tu silencio entretenías.
Buscando abejas va por los panales
el silencio que ha muerto de repente
en su lengua de abejas torrenciales.
No espero ver tu párpado caliente
ni tu cara dulcísima y morena
bajo los dos solsticios de tu frente.
El moribundo rostro de tu pena
se hiela y desendulza grado a grado
sin su labor de sol y de colmena.
Como una buena fiebre iba a tu lado,
como un rayo dispuesto a ser herida,
como un lirio de olor precipitado.
Y sólo queda ya de tanta vida
un cadáver de cera desmayada
y un silencio de abeja detenida.
¿Dónde tienes en esto la mirada
si no es descarriada por el suelo,
si no es por la mejilla trastornada?
Novia sin novio, novia sin consuelo,
te advierto entre barrancos y huracanes
tan extensa y tan sola como el cielo.
Corazón de relámpagos y afanes,
paginaba los libros de tus rosas,
pacentaba el hato de tus panes.
Ibas a ser la flor de las esposas,
y a pasos de relámpago tu esposo
se te va de las manos harinosas.
Échale, harina, un toro clamoroso
negro hasta cierto punto a tu menudo
vellón de lana blanco y silencioso.
A echar copos de harina yo te ayudo
y a sufrir por lo bajo, compañera,
viudad de cuerpo y de alma yo viudo.
La inaplacable muerte nos espera
como un agua incesante y malparida
a la vuelta de cada vidriera.
¡Cuántos amargos tragos es la vida!
Bebió él la muerte y tú la saboreas
y yo no saboreo otra bebida.
Retírate conmigo hasta que veas
con nuestro llanto dar las piedras grama,
abandonando el pan que pastoreas.
Levántate: te esperan tus zapatos
junto a los suyos muertos en tu cama,
y la lluviosa pena en sus retratos
desde cuyos presidios te reclama.
Miguel le envió 15 versos de la esta Elegía a Carlos Fenoll en carta de finales de enero de 1936, donde además le dice que le diga a su hermana "que se decida de una vez", a qué se tiene que decidir.
Josefina Fenoll y Miguel Hernández se conocían desde 1927
(Fotografía en al que están Miguel Hernández -marcado con nº1 - y Josefina Fenoll, -marcado con nº 2-. Cuadro Artístico Musical de la Casa del Pueblo 1927-1928. La Casa del Pueblo, sede del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) se ubicaba en el número 38 de la calle Barcala (junto a la Plaza Nueva y a la calle san Pascual)
La foto es copia directa del negativo original, pertenece a la familia oriolana de Daniel y Rosario de Montserrate, Monsín, Cases Tévar. Monsín reside en Torrevieja (Alicante), y Daniel, cuando deja su Inglaterra adoptiva, también tiene casa en nuestra ciudad. En la foto aparece su padre Daniel Cases García (1900-1940), que regentó una librería en el número 3 de la céntrica calle de Calderón de la Barca, en Orihuela (junto a la antigua farmacia Castaño, que hacía esquina con el puente del río Segura, frente al Hotel Palas –hoy, la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo)–. En la tarjeta de la Librería Daniel Cases se lee: «Papelería. Pedagogía. Objetos de escritorio».
Miguel Hernández es el 2º de la última fila de pie junto al de la gorra.Josefina Fenoll, la hermana de Carlos Fenoll de izquierda a derecha, es la 6.ª (sentada). En esa fila, identificamos a una de las Peladillas3 (7.ª) y a Carmen Soriano (9.ª). Entre los varones, reconocemos a los siguientes: en la primera fila, Mateo (4.º), Luis Aparicio (6.º); en la segunda fila, Antonio Cubí (1.º), Saturnino López (3.º), Daniel Cases (4.º), Isidoro Sánchez Mora, que fue alcalde de la ciudad (5.º), Antonio Hostalet (8.º); y, finalmente, sentados, José Abad, el Carota (4.º) y Sarabia (6.º).
La afición común a la lectura de las obras de teatro publicadas en ediciones populares modernas propició la formación del grupo teatral La Farsa. Sabemos que Cases (diez años mayor que Hernández) dirige las obras El verdugo de Sevilla (de Pedro Muñoz Seca y Miguel García Álvarez, 1916), en la que Miguel encarna al padre, y Parada y fonda (de Vital Aza, 1917), en la que Miguel hace del gracioso personaje del catalán. Ambas obras son de humor: entre el sainete y la astracanada. Posteriormente, el oriolano participa en representaciones más exigentes como Juan José, de Joaquín Dicente [Miguel representará la protagonista], y Los semidioses, de Antonio Oliver. [En esta obra participará también Josefina Fenoll, era 1930]
Datos tomados de la Revista Cultural digital de Torrevieja. el artículo es de Jesucristo Riquelme.