Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

viernes, 9 de marzo de 2012

"A un amigo en desgracia" o "A la madre de Manuel Molina" septiembre1959

He de dejar, amigo, mi faena
de obstinado callar, interrumpida:
mi voz se me hace urgente, sacudida
por el cósmico embate de tu pena.

Qué madre, qué humildad de hierbabuena,
de aguja en los demás siempre perdida
han devuelto las manos de la vida
a su origen de paz, sueño de arena.

Uno encuentra en su casa, en su rincón
muchos años quizás inexplorado,
algo que amó, cualquier sencilla cosa.

Con igual triste y dulce, lenta emoción
miro, y entre lo hermoso del pasado,
vuelvo a ver su sonrisa cariñosa.


Carlos Fenoll ("Información», Crónica de las Artes, 1959) y en "Canto encadenado", Manuel Molina, IES, 1978, p.54




(Manuscrito del soneto en el Archivo de Manuel Molina)

El original de un soneto manuscrito por Carlos se titula "A poeta Manuel Molina", fechado en septiembre de 1959, si leemos el contentido está dedicado a la madre de Molina. En cambio, el otro título "A un amigo en desgracia" debe referirse a la desgracia que sufre Molina por la muerte de la madre, no encuentro otra explicación en el verso "sueño de arena" y en la frase "que me ha inspirado su hermoso recuerdo". Por carta de esa fecha, el título correcto sería "A la madre de Manuel Molina", como indica el asterisco del texto.


Carta a Manuel Molina de 6 de septiembre de 1959

«Como habrás visto, te envío un soneto que me ha inspirado su hermoso recuerdo (*) y que he ido elaborando completamente de memoria, sin escribir, durante el trabajo. Es la primera vez que produzco algo de esta manera, y tal experiencia me da una vez más la prueba de que sólo poseído de un verdadero y fuerte sentimiento soy capaz de reaccionar de mi apatía mental; capaz de crear, incluso sin papel y sin tinta. En una ocasión en que le hablaba a Miguel de mi terrible desgana creadora —en el sentido de crear en frío— me cogió impulsivamente una mano y, con los ojos chispeantes, serio, casi solemne, me dijo: «Carlos. tu mejor poesía está en tu corazón;escribir es lo de menos». El adivinó, pues así ha sido: sigo siendo absolutamente refractario a escribir porque sí, como por oficio, y sólo respondo a lo que llama emotivamente en mí.
Tu soneto es amargo, amargo. Pero desde las Escrituras ya nos advirtieron que es inútil pegar contra el aguijón, y el fariseísmo de la vida española de hoy es eso: un aguijón. Claro que admito la necesidad higiénica del desahogo, aunque el hacerlo por medio de un magnífico soneto me parece demasiado digno de tal basura social. Basta el desprecio.»

(*) "A la madre de Manuel Molina".


Nota.-
Manuscrito del soneto en el Archivo de Manuel Molina.