Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

martes, 31 de enero de 2012

Manuel Molina el más destacado biógrafo del poeta

La poesía de Carlos Fenoll
(Orihuela, 1912 - Barcelona, 1972)

MANUEL MOLINA (1)

Pertenece este poeta a la entraña lírica de Orihuela ciudad- pueblo, entre mística y pagana, donde se saborea una leyenda una historia y una vida frutal que se desprende de su huerta y de su rio.
La palabra se hace música en los recodos de las sendas entre cañaverales, y la voz oriolana matiza su expresión vernácula con ritmos y rimas del más profundo saber popular.
De esta cantera fecunda, de esta rica cosecha de rosarios y murmuraciones, de oraciones y susurros, nacieron bardos anónimos, troveros peregrinos que dialogaban públicamente -en los festejos parroquiales- las historias íntimas del luqar Uno de esos troveros fue el padre de Carlos Fenoll, del que aprendió el poeta las reglas elementales de la versificación, la espontaneidad del dicho, del refrán y de la gracia de la composición.
Y ésta fue su escuela básica, su aula de cultura general donde conoció las letras y las sílabas y sus significados para poder leer, para poder escribir luego en la pizarra de la pared del horno. Porque es su oficio el hacer el pan.
Su lectura, su alimento espiritual, es el periódico [su padre estaba suscrito al ABC y otras revistas]. Por los dominicales se encuentra con Campoamor, con Rueda [Salvador, poeta modernista mañagueño], con Villaespesa. Aprende de ellos. Sus improvisaciones iniciales ganan en riqueza verbal. Durante varios años —de 1930 al 1934— escribe versos de ocasión, canciones con temas locales, donde entre lugares comunes y tópicos, aparecen algunas expresiones de calidad. A partir de la fecha citada, con el nacimiento de su primer hijo, con la muerte de su primer amigo, con el enfrentamiento con una realidad amarga, para la cual no estaba preparado su fino espíritu, su voz cobra una fuerza, una potencia creadora, de donde nace original su poesía auténtica. Breve es esta obra del poeta Carlos Fenoll. Hasta veinte poemas hemos seleccionado para un posible libro sobre él. Pero lo importante, la suprema calidad de la misma, merece toda nuestra atención.

A CARLOS FENOLL
Carlos Fenoll resuena en mis oídos
con una voz de fuego que aún me quema
cuando lo vivo entero en su poema,
llenó de tersos nervios desunidos.

Poeta de dolores renacidos,
el corazón fue escudo de su lema,
y su aroma verbal llegó a la yema,
donde llegan los seres elegidos.

Carlos Fenoll dejó sobre la tierra,
además de sus panes y su guerra,
una limpia bandera de persona.

Puedes dormir tranquilo, hermano mío,
que no te olvida tu ciudad, tu río,
y tu Cristo tampoco te abandona.



(Publicado en II Asamblea Comarcal de Escritores, Orihuela 1972, pp. 107-108, 183).


1). Molina es el más destacado biógrafo del poeta, feuro amigos desde la infancia y juventud.
AUTOBIOGRAFÍA:
Nací [17-10-1917] en la Orihuela de Teodomiro pero tuve la suerte de pasar mi adolescencia en la Oleza de Gabriel Miro, una fase nueva de mi pueblo, cuyo contraste con la primera fue extraordinaria para el mundo cultural de la Vega Baja
La Orihuela de Teodomiro era una ciudad hundida en vagas tradiciones sociales y eclesiásticas con místicos reflejos, supersticiones y sombras de glorias pretéritas que pesaban en el aire y en las horas, en las siestas plomizas de estío v en las húmedas naves varadas de la catedral, los inviernos del río que lamía los muros de su orilla bardada de barro creciente.
Orihuela de Teodomiro era agria y rasposa como de madera seca, sucia y ruinosa como de madera seca, sucia y ruinosa como un edificio abandonado.
Pero allí mismo, dentro, en la médula del hueso de la urbe, estaba la Oleza de Gabriel Miró, el aroma de una ciudad distinta, perfume y sabor hondo de un pueblo singular. Una ciudad nueva nacía con un nombre: Oleza. Su colón fue el escritor alicantino Gabriel Miró, el artista de la palabra, el creador de un lenguaje nuevo y original. Del verbo mironiano brotó un caudal de riquezas humanas, de ceremonias bellísimas. de templos y palacios resonantes, desconocidos hasta entonces, Oleza fuente vital incontenible, un alma y una esquina. En ella se reflejaba la juventud nueva.
Aquella juventud oriolana fue mi escuela de adolescencia. Con Carlos Fenoll, Miguel Hernández y Ramón Sijé aprendí mis primeros versos, mis primeros pasos en la lírica española. Ellos generosos, me dieron a conocer la belleza la verda y la amistad. En mi largo camino de trabajo en la construcción de la vías y obras públicas, el recuerdo de estos amigos ha iso siempre conmiog. Fenoll y Hernández fueron mis compañeros en la guerra (2). Luego Miguel, en la cárcel, nos dejó para siempre. Después desde Barcelona. Carlos Fenoll me iluminó con su coprrespondencia jasta el año 1972, que dejó de existir.
Hace medio siglo que escribí un verso por primera vez. He publicado varios libros de recuerdos en prosa y en verso. Soy colaborador de revistas literarias y periódicos. También he conseguido algún premio, y he pronunciado conferencias. Pero mi labor no ha sido nunca profesional. He sido v soy un aficionado a las letras y a las artes. Mi formación es deficiente. Mis estudios escasos e irregulares. Soy un lector empedernido de poesía. Conozco desde Berceo a Blas de Otero.
En vísperas de mi jubilación laboral escribo este «Protocolo», que me publica mi amigo Luciano Gracia, poeta e impresor de Zaragoza, varón de noble juicio a quien, desde estas líneas, quiero mostrarle mi gratitud.



2)Tras la rebelión militar de 1936 se alistó como voluntario en el 4º Batallón de Carabineros y fue destinado al frente de Madrid. En la Alianza de Intelectuales Antifascistas conoció a Rafael Alberti, María Teresa León, Emilio Prados y Antonio Aparicio. Visitó también a Vicente Aleixandre. Terminada la guerra, tras pasar por el campo de concentración de la Plaza de Toros de Valencia, regresó a Alicante.

(Manuel Molina y Rafael Aberti)

Sello de Correos para conmemorar el Centenario de Carlos Fenoll




Sellos personalizados emitidos por la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre, Madrid, de la Seri A, a solicitud del pintor Ramón Palmeral.



Claves: Argentina, Buenos Aires, Mar del Plata, Uruguay, Colombia, Perú, Chile, Venezuela, LETRALIA, Ecuador, Brasil, Estados Unidos, Miami, Cuba, México, Canadá, Rusia, Países Bajos, Reino Unido, Ucrania, Francia, París, Miguel Hernández, Federico García Loca, Buñuel, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti...Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela, Centro de Estuidos e Investigación Miguel Hernández de Elche. Ayuntamiento de Orihuela, Cultura.

BIBLIOGRAFIA (Sobre Carlos Fenoll) -(en construcción)

Bibliografía consultada sobre Carlos Fenoll

AA.VV. II Asamblea Comarcal de Escritores, Orihuela 1972, Diputación Provincial de Alicante p. 107-108
AA.VV. I Actas del I Congreso Internacional de Miguel Hernández.
AA.VV. II Actas del II Congreso Internacional de Miguel Hernández, Fundación Miguel Hernández Orihuela, 2004, pp, 217,218
AA.VV. Obras Completas de Miguel Hernández. RBD 2006 (copia de la de Espasa Calpe). Tres Tomos. Agustín Sánchez Vidal, José Carlos Rovia y Carmen Alemany Bai.
AA.VV. "La Orihuela de Miguel Hernández" Fundación Miguel Hernández, 2011 y Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela.
AA.VV, "La sombra vendida" Biblioteca Nacional, 2010. Tomo II, p
AA.VV. Revista "Canalobre 56", "Miguel Hernández cien años". Instituto Juan Gil-Albert, Alicante 2010. pp-206, 226...
Reseñado en Diccionario de la Vanguardias en España.1907/1936 y cuyo autor es el crítico Juan Manuel Bonet

AZUAR, RAFAEL: "Carlos Fenoll, amigo de Miguel Hernández". La Verdad, 12-10- 75.
BALCELLS, JOSÉ MARÍA: "Miguel Hernández y Carlos Fenoll". Instituto de Estudios Alicantinos. 1975
CANO BALLESTA, JUAN: "Miguel Hernández y su irrupción como dramaturgo en el ambiente laico de la II República", Revista Anthropos, Barcelona, 2008, nº 220, p.115
CARCASES CORTÉS, JOSÉ MANUEL: Miguel Hernández Periodista, Generalita Valenciana, 2010, pp.30-32
CONDE, CARMEN: "Los adolescentes de Orihuela". Verbo. Alicante, octubre- noviembre, 1946.
COUFFON, CLAUDE: "Orihuela y Miguel Hernández". Losada, 1967.
ESTEVE, FTANCISCO, "Diccionario de Miguel Hernández de A a la Z. Editorila Fragua 2010
EZCURRA, JOAQUÍN: "Ha muerto Carlos Fenoll". Información, Alicante, 3-1-73.
FERRÁNDIZ CASARES, JOSÉ: "Sobre una Antología de escritores oriolanos". Información, Alicante, 19-12-75.
FERRIS, JOSÉ LUIS, "Miguel Hernández, pasión, cárcel y muerte de un poeta", Temas de hoy, 2002.
FERNÁNDEZ PALMERAL, RAMON, "Simbología secreta de perito en lunas", Edición Palmeral, 2005
GARCÍA SELMA, MARÍA DOLORES: "La poesía de Carlos Fenoll". Instituto de Estudios Alicantinos. Diputación Provincial de Alicante. N° 39. pp. 239- 252.
GUERRERO ZAMORA, JUAN, "Proceso a Miguel Hernández. El sumario 21.001, Dossat, 1990. pp. 69, 131, 175, 249.
GUILLÉN, JOSÉ: "La poesía en la Vega Baja del Segura". II Asamblea Comarcal de Escritores. Instituto de Estudios Alicantinos, 1974.
GUILLÉN, JOSÉ Y MUÑOZ GARRIGÓS: "Antología de Escritores oriolanos". Publica¬ciones del Excmo. Ayuntamiento de Orihuela. 1975.
LEONIS RUIZ, MANUEL-ROBERTO: “Acerca del poeta-panadero Carlos Fenoll”, Revista Orihuelagital.
PERAL BAEZA, GASPAR: (“Miguel Hernández y el ensayo de Ramón Sijé sobre el romanticismo”. El Eco Hernandiano, 9 primavera 2006)
MANRESA MARUENDA, JOSEFINA: "Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández", Ediciones de la Torre, 1980, p.45-62
MARTÍNEZ MARÍN, FRANCISCO: "Yo, Miguel". Félix. Orihuela, 1972 y "Antología crítica biobibliográfica de escritores oriolanos" (inédita).
MUÑOZ HIALGO, MANUEL: "Como fue Miguel Hernández", Editorial Planeta, Barcelona, 1975
MOLINA, MANUEL: - "Espíritu y carne de un poeta: Carlos Fenoll". Verbo. Agosto, 1946.
-"Versos en la calle", Prólogo de Carlos Fenoll, Alicante, Ediciones Silbo, 1955.
- "El poeta Carlos Fenoll". Idealidad. Alicante, noviembre de
1962.
- "Últimas cartas de Carlos Fenoll". Idealidad. Enero de 1963.
- "Carlos Fenoll, fundador de la Tahona Literaria". Primera
Página. Alicante, 20-4-68.
- "El pastor y el panadero". Primera Página. Alicante, 8-8-
68.
- "Orihuela en la poesía española actual". ABC, 30-6-69.
- "Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela". El Guadal-
horce. Málaga, 1969.
- "Amistad con Miguel Hernández". Silbo. Alicante, 1971.
- "Antología de la poesía alicantina actual". Publicaciones de
la Caja de Ahorros Provincial. Alicante, 1973.
- "La poesía de Carlos Fenoll". II Asamblea Comarcal de
Escritores. Instituto de Estudios Alicantinos, 1974.
- "Canto Encadenado". Instituto de Estudios Alicantinos.
1978.
MOREIRO, JOSÉ MARÍA: "Miguel Hernández, treinta y dos años después". Flash- men, n° 23. Madrid, junio de 1974.
MUÑOZ GARRIGÓS, JOSÉ: Prólogo a "El Gallo Crisis". Publicaciones del Excmo. Ayuntamiento de Orihuela. 1975.
PEREZ ÁLVAREZ, RAMÓN: "Hacia Miguel Hernández", Fundación Cultural Miguel Hernández y Empireuma, Orihuela, 2003
RUIZ CASES, JOSÉ: "Ramón Pérez Álvarez. (Yo hablo y escribo de un Miguel Real)", Orihuela 2011.

(Continuará...)

lunes, 30 de enero de 2012

LA NECESARIA Y URGENTE RECUPERACIÓN DE CARLOS FENOLL

Por José Ruiz Cases (Sesca)

"Yo no puedo, no sé clasificar o este poeta. Temo que al clasificarlo me clasifique yo mismo" (Ramón Sijé)

Nunca sabré exactamente por qué, pero siempre me cayó muy bien Carlos Fenoll. Como de Miguel y Ramón Sijé supe de Carlos en plena niñez, si bien a diferencia de los primeros su producción poética me fue prácticamente inalcanzables En la década de los setenta, el azar me brindó una ocasión única de haber satisfecho mi curiosidad, al coincidir con una señora mientras esperaba el autobús diario que en Barcelona me trasladaba de la Central de Correos.

Llevaba estas señora el libro de don José Guillén "Antología de Escritores Oriolanos" (1) en la mano y le expresé incontenible mi júbilo presentándome como oriolano. Ella correspondió efusivamente, brindándome regocijada y cordialmente su domicilio en la calle Aurora, 7. Se llamaba Ascensión, Ascensión "la Valera", y era la esposa de Carlos Fenoll fallecido en Barcelona tres o cuatro años antes.
Supermiado y comprometido en clandestinas actividades sindicales, no encontró el momento oportuno para acercarme a una calle "a tiro de piedra" de mi centro de trabajo. Lo lamento. Al poco tiempo amigos de Barcelona me enviaban una publicación de corte ácrata quiero recordar, en la que destacaban la presencia poética de Carlos Fenoll, publicando su testimonio “Canto encadenado”.

De regreso a Orihuela, vi –y participé, como tantos- en el reencuentro y regreso de Miguel lo "hernandiano". Como era mi niñez me ha sido relativamente fácil conocer hasta "el milímetro" la vida y obra de Miguel y Ramón Sijé. Ahora como entonces, me cuenta acercarme a la vida y obra de Carlos Fenoll. Y echo de menos una digna publicación compilatoria de su obra y biografía, en línea por ejemplo a la publicada por el profesor José Muñoz Garrigós sobre Ramón Sijé, auspiciada por la Universidad de Murcia y la Caja Rural Central de Orihuela.

Creo, sinceramente, que es lo mínimo (¿para cuándo un Centro de Educación con su nombre?), que se merece uno de los oriolanos más auténticos, nacidos en lo que va de siglo. Yo espero con impaciencia ese momento y ese obligado acto de reparación y homenaje que, en mi opinión, adeuda Orihuela a uno de sus hijos más trascendentes y arquetípicos de su no siempre bienlograda (sic) cosecha. El ansiado momento de conocer plenamente -que de no clasificar- a este enigmático hombre, con marchamo poético de maldito, desencadenado su canto visceral y puro del exilio, olvido e indiferencia en que hasta el momento me parece sumido.

(Publicado en "La Lucerna", Orihuela, Año VI, nº 41, dicimbre 1995, p.15)


Nota biblografica de Ramón Palmeral
1)Antología de Escritores Oriolanos, premio Ramón Sijé, de José Guillén & José Muñoz Garrigós. Publcicaciones de Excm. Ayuntamiento de Orihuela. 1974. ISBN 84-500-1128-0. las páginas dedicada a Carlos Fenoll son las pp. 179 a 192 (no trae retrato).
Gracias al entonces alcalde de Orihuela Pedro Cartagena Bueno. Se acabó de imprimir en los Talleres Tipográficos Imprenta de José Zeón Terrés, el día 15 de mayo de 1975, festividad de San Isidro Labrador. Como Delegado del Servicio de Publicaciones estaba Manuel Martínez Galiano. La Comisión de Educacuón estaba integrada por Juan Díaz Andreu, José Guillén González, Antonio Pedrero Soler y Aurelio García Tafalla.




COMENTARIO de los autores del referido libro, página 188:

El soneto, de inspiración doméstica, nos ofrece la exacta medida del amor que el poeta dedicó siempre a su esposa. La estructura de la composición responde a un esquema tradicional: los cuartetos son las estrofas determinantes, los tercetos son las determinadas. En los primeros se integran los elementos positivos: primavera —con valor simbólico_ flores, mundo nuevo, luz. En los segundos se aprietan los elementos negativos: realidad, tristeza, destrucción, pérdida de la fantasía. Pero el poeta equilibra la oposición de ambos conjuntos, magnificando el amor que crece a la sombra de los elementos negativos, indudablemente, los cuartetos son de mejor calidad que los tercetos. En estos últimos hay palabras forzadas, quizás por la rima, y la frase exclamativa final no tiene la carga lírica que las estrofas determinantes exigen. Pero el acento conmovido perdura hasta el último verso.

LA HORA MALDITA

Todo canta, sin duda, a su albedrío
la ventura de estar vivo y despierto
bajo el grito del sol; la calle, el huerto,
el pájaro, la flor, el aire, el río...

Todo canta, sin duda, en torno mío,
más todo, hasta el amor, está ya muerto
para mí en este instante —que no acierto
nunca a vencer— de espeso y lento hastío.

Esta es, aquí está la hora maldita:
no es la piel de la noche tan oscura
ni la angustia mortal tan infinita.

¡Alma, rasga tu noble vestidura,
que es la hora que a mí se precipita
a un infierno de alcohol y de locura!


Carlos Fenoll (Intimidad poética, Alicante, 1943)

AUTOBIOGRAFÍA DE CARLOS FENOLL

«Nací el 7 de agosto de 1912 [calle Arriba nº 5 de Orihuela]. Fui tan poco tiempo a la escuela que cuande dejé de frecuentarla —a los doce años ya vendía tortillas y panecillos por la calle— mis 'palotes' eran todavía una tropa sin orden ni concierto, en franca retirada. Aprendía a leer en los rótulos de las tiendas de la calle Mayor. Aquellas letrazas con artís¬ticos rabos y con fondo de sombra que parecía se salía n de la madera me obsesionaban. 'Oiga —le interpelaba al aburrido sombrerero cuando lo veía apoyado en el quicio de su puerta— ¿cómo se llama esa letra barriguda? ¿y esa que parece la luna llena? ¿ y aquélla con la cabecita en el aire?, etc.'. Lo que más me costó leer fue 'ultramarinos', y no digamos nada el comprender lo que quería decir.

Recuerdo perfectamente que, dominante sobre todas mis aficio¬nes infantiles, tenía la de copiar los titulares del «ABC», al que mi padre estaba suscrito. También estaba suscrito a una colección de obras de teatro, por la que vine en conocimiento del verso: «D. Alvaro o la fuerza del sino», «Noche de Reyes» y «D. Juan Tenorio» son las que ahora me cruzan la memoria. En las siestas me refugiaba en la habitación donde estaba el cajón de los libros y me pasaba toda la tarde enfrascado con aquellos rengloncitos cortos 'que sonaban unos con otros'. Luego me dediqué a hacer pliegos de aleluyas. En papeles de estrasa (sic) que cuadriculaba previamente dibujaba las viñetas y al pie de las mismas ponía los pareados consiguientes, ya de mi invención: «Nació D. Quintín el malo / con una pata de palo». De pequeño con su pata / a todo animal maltrata,/ etc. Después, más ambicioso, hice historietas para «Tebeos», que eran la admiración de mis íntimos [amigos], «el Chupón», «el Sapli», «el Canelo», «el Indio» y «el Barbacha» [apodo de Miguel Hernández].

Más tarde, en marcha ascendente, influido 'noblemente' por «Hernani» de Víctor Hugo, escribí mi primer drama. Tendría una extensión como de dos cuartillas de estas y constaba de... ¡cinco actos! Imposible condensar tanta sangre, dolor, lágrimas y gritos histéricos en menor espacio. Lo representamos un domingo en la tarde en el corral de mi casa. Con un puñado de gramizas hicimos la hoguera donde finalmente moría no sé qué mártir, y entre los gritos, los ayes y el humo, mis padres y algunos vecinos que dormían la siesta, se levantaron con un susto de muerte, creyendo que ardía la casa entera. Ya te puedes figurar que el verdadero drama se desenlazó en mis costillas y mi ins¬pirado 'coco', porque mi generosa madre no le dio importancia al real que había costado aquella escoba nuevecita, tan hermosa... Y como sabes que la letra con sangre entra, con la sangre de aquellos escobazos se me infeccionaron las letras, es decir, tomaron virulencia, hasta caer en poeta crónico.
A los quince o dieciséis años —por el 28 ó 29— publiqué mi primera poesía en «Actualidad»; y a partir de entonces, casi ininte-rrumpidamente mandaba todas las semanas cosas a este periódico y al de la Federación Católica «El Pueblo», hasta fundar yo, conjunta¬mente con unos amigos —entre ellos Miguel y Poveda— una revistita quincenal titulada «Destellos», que murió con todos los honores —un número extraordinario— al cabo de cinco o seis meses de existencia, un récord en aquellos tiempos. Después Ramón Sijé fundó «Voluntad», en la que colaboramos, naturalmente, los mismos ruise¬ñores. Todo esto por allá el año 1930-31-32 y 33... Tras de esta revis¬ta funda también Sijé «El Gallo Crisis». Estamos luego sin periódico local —muerto Sijé y Miguel viviendo en Madrid— casi dos años, hasta que fundo yo «Silbo», cuyo primer número sale el mes de junio del 36, y el segundo —con el que fenece por causa de la guerra— el día 1 de julio del mismo año. En este segundo y último número dio a la luz pública su primer trabajo Gabriel Sijé: un poema en prosa... No poseo el librito tripartito, pero sí los poemas que en él publiqué; gracias a que un amigo recopiló toda mi obra en un libro manual y me lo mandó como regalo en un cumpleaños...»
(Barcelona, 7 de diciembre de 1954)


(Carta a Manuel Molina, publicada en “Canto encadenado”1978, pp21-23)

Buscando la tahona de los Fenoll en Orihuela

domingo, 29 de enero de 2012

TRALLAZOS


(Potro llameante. Anónimo)


Al mágico pescante del carro de la gloria
subieron los ensueños de seres mil y mil,
y luego fueron genios de máxima memoria,
cual dioses venerados y expuestos en la historia,
ejemplos de grandeza aplastando lo pueril.

Ensueños ideales en pos de lo futuro;
anhelos de grandeza con ansias de vivir,
con brotes de amor fuerte, callado, noble, puro;
antorchas encendidas para el mañana oscuro
debieran de toda alma brotar, nacer, surgir.

¡Qué grande ! ¡Qué gloriosa, fantástica pelea!
La fusta del ensueño hagamos restallar
y al son de los trallazos el potro de la idea
que vuele en pos del triunfo, ardiente como tea,
que vuele relinchando, que vuele sin cesar.

¡Oh brío poderoso! ¡Oh sangre enardecida
que bulles en las venas de loca juventud!
Proclama tu victoria, si quieres, conseguida,
pues tienes a tu paso lo bello de la vida,
lo único y hermoso: las flores y el laúd.

No importen los trallazos feroces del destino
al potro avasallante que llevas siempre en ti;
persigue el horizonte que alumbra tu camino,
no ceses en tu marcha, hermano, y, si cansino
alguna vez te sientes..., ¡me das la mano a mí!


Carlos Fenoll, revista Destellos, 15 de noviembre de 1930


Comentario de Ramón Palmeral:

Si tras leer este poema sublime, seguimos pensando es que Carlos Fenoll es un poeta menor, le acuso de no haber leído toda su poesía, y de habla de oídas.
En "Trallazos", se verifica desde el mismo instante, que el poeta se instala por derecho propio en la tradición “mironiana” de la época tras las lectura de “El Obispo Leproso” 1926 prosa-poética. Reconocemos más que un poema, una opera desde adentro con propia matriz y fuego.
Es sin duda para Fenoll un tiempo de búsqueda y hallazgos, y logros líricos desde las raíces de la identidad y de sus lecturas, muchas lecturas.
En el versos "y al son de los trallazos el potro de la idea/ y al son de los trallazos el potro de la idea"... Vemos una metáfora con imagenes entre surrealista y anticipadas dalinianas y oníricas, de un caballo llameante y una evocación de furia y fuerza y latigazos. Lo que pintó Salvador Dalí fueron jirafas llameantes.
Si dedicamos una lenta y repetida lectura al poema seremos abrasados al descubrir la claves a la que pertenece la idea subliminar de no rendirse. En “Trallazos" reclama el nombre de un gran poeta y en con el verbo a un gran literato.
Sin embargo, la falta de una práctica continuada o encargo bucólicos que llevaron a abandonar el camino empezado en los años 30. Los años duros de la posguerra en Cataluña le impidieron continuar sus creaciones.
Cuando no se quiere ver es inútil una operacion de los ojo del alma. ¿He dicho!

Opinión del catedrático José María Balcells

El profesor José María Balcells (catedrático de la Univerdidad de León), visitó a Carlos Fenoll en su casa Barcelona, no tenemos la fecha concreta.

«Carlos Fenoll cantó, en un principio, la juventud sonriente y esplendorosa, el mundo huertano, los pajarillas y suaves aires, el amor y a la mujer. Pero con el paso de los años (aunque sin abandonar nunca sus estrofas una notable perfección formal, constante sello de los principales autores levantinos) la tendencia indeclinable de su temperamento y las circunstancias adversas cargaron sus poemas de dolor, de bruma y del hastío del acontecer diario, en cuya enramada vital ya solo en calida evocación logró, muy espaciadamente, percibir y retomar de nuevo los destellos del pasado lirismo »

Reseña publicada en Instituto de Estudios Alicantinos, 1975

Es autor de varios trabajos hernandiano como Miguel Hernández, corazón desmesurado, Dirosa, barcelona 1975

Carta donde explica su buena situación económica tras el reparto de la herencia familiar


(Foto antigua de Orihuela)

La señora Monserrate Felices, madre de Carlo murió en 1942. Sabemos la fecha por Josefina Manresa:
"La madre de Carlos Fenoll murió en 1942 y a partir de su muerte murió la fortaleza del horno y vino a tierra pocos años después" (1980, p. 45)
Josefina apreciaba mucho a Carlos Fenoll, éste fue testigo de su boda en Orihuela el 9 de marzo de 1937:
"Los testigos de la boda fueron Carlos Fenoll y Jesús Poveda. También estaba de invitada Josefina Fenoll, que era novia de Poveda, y alguna familia de Miguel y Bascuñana, un amigo que le decían "El arriero" que dio suelta a su voz de barítono. A los postres, poniéndose Miguel de pie, recitó las poesías que tenía escritas de Viento del pueblo" (1980.p 62).

Escribe e Manuel Molina:

«En estos días que se han fugado por el hueco de tus mencionadas cartas y esta mía, se ha verificado —¡al fin!— el reparto de bienes de nuestra herencia, y ha sido lo que ha motivado —notario, firmas por aquí y por allá— la ociosidad de mi pluma.

Ahora sí que estoy seguro de que soy un poeta verdadero: a mí, que hace dos, tres años, y calculando entonces sin fantasía, me correspondían de 25 a 30 mil pesetas, me ha quedado la casa que vivo y unas 5 mil pesetas. Total: 14 mil. Palabra de honor que no me quejo, porque sé que esa diferencia es el precio de mi comodidad. Si te detallo esto es para que veas hasta qué punto nos despreocupan a los que soñamos y cantamos, estas cuestiones de intereses, y lo idiotas y beneficiosos que somos para los esencialmente prácticos...

...Mis versos escritos hasta la fecha, mejor dicho, impresos, son malos recuerdos para mí: hijos son del desaliento y la impotencia. Mi alma, confusa entre la niebla de la locura, no les prestaba su rayo vivificante, y mi cuerpo quería hacer las veces del alma, y así salían muchos tan opacos y amargos, otros, si algo afortunados, eran milagros de la voluntad... física. Por lo tanto, si alguna vez he de publicar un libro de versos —pienso en lo que me dices de editar un libro mío— excluiría absolutamente todos los irremediables e irían solamente los que no he escrito todavía y tengo el firme propósito de ir mandándotelos conforme los haga hasta reunir los veinticinco o treinta poemas que creo suficientes para un libro.

Gracias de todo corazón, Molina, por tu magnífico ofrecimiento. Quiero que todo sea, cuanto antes, una hermosa realidad.»

(Orihuela, 17 de diciembre de 1946)


Meses más tarde escribe otra a su amigo Molina, donde parece no encuentra ambiente favorable en un viaje a Madrid, y tampoco está satisfecho en Orihuela:

«Amigo: Desde que regresé de Madrid, donde hallé un ambiente de vida que no me gustó, no he cesado de cavilar buscando una nueva orientación y solución a mi destino. Por fin, y de una manera definitiva, he decidido irme a Barcelona, no solo, sino con mis hijos y mi mujer, y el día 5 del mes próximo embarcaremos en Alicante.

He quemado las naves: he vendido la casa y los muebles. De esta forma es como no se regresa.»

(Orihuela, 23 de julio de 1947)


("Canto encadenado", Manuel Molina, 1978, p.17-18)

Carlos escribre a Molina sobre su familia y el aspecto literario

...Ya tengo tres nietos, dos niñas y un niño —éste se llama como yo—. Los tres son hijos de mi primogénito, pues el segundo, Carlín, que ya tiene veinticinco años, sigue soltero (1). El tercero, Vicente Luis, está a punto de incorporarse al servicio militar, y el cuarto y "ultimo-génito" (2), Julián, natural de Barcelona, ha cumplido los dieciséis (por lo que haciendo cuentas nació en el año 1951). La lucha ha sido dura, pero ahí están ya los hijos hechos hombres, gracias a Dios y a todos los Santos, y ahí los nietos, pequeños ramos de inocencia, que traen la renovada gracia virginal de la vida humana, con la que compensan a nuestro corazón.

En el aspecto literario, en verdad, en verdad te digo que he perdido completamente el gusto de escribir, de tanto exigirme, de tanto no gustarme cuanto he hecho o intentado. Sin embargo, todas mis horas de ocio las dedico a leer. Es decir, que la literatura, en todas sus ramas, es lo único que sigo considerando importante, lo unico que sigue despertando en mí un vivo interés.»


Barcelona, 2 de mayo de 1967
(Recopilado en "Canto encadenado", libro de Manuel Molina, Aicante 1978, p.26)


1).-Carlos marchó a trabajar a Canarias según carta de Fenoll a José Sánchez Hernández de fecha 23 de noviembre de 1972, escribe: "Querido Pepito de Oleza: hace escasamente dos horas que mi mujer y yo hemos llegado a Barcelona -a casa, a casa, procedentes de Canarias, donde hemos pasado casi un mes de vacaciones en compañía de nuestro hijo Carlos...que reside allí"
2).- Feliz uso del neologismo "ultimogenito", último de los hijos en similitud a primogénito.

El poeta Agustín Calvo Galán se hace eco de nuestro portal



En su blog Poética para afinidades

CANCIÓN A MI VIDA (Canción de amor)



CANCIÓN A MI VIDA (Canción de amor)

Yo tengo para amarte, vida loca,
un cáliz de veneno aquí en mi boca,
un rayo en el latir del corazón
centellas en mis ojos melancólicos
y trazos de murciélagos diabólicos
que llevo en mi cerebro de león.

Yo tengo para amarte, ... tengo sólo
las furias más soberbias del dios Eolo
en noches de fatal desolación.
Yo tengo para amarte la amargura,
el canto de la pena y la tortura,
rugidos prolongados de león.
Amor huyó de ti. ¿ Cómo voy a amarte?

Yo soy para ti el rayo que se parte
encima de la cumbre perennal...
Detesto ya la risa de tu boca.
Tu senda no es la mía, vida loca.
Tu risa fue mi abismo más fatal.


Carlos Fenoll Felices. Revista Actualidad, Orihuela, 27 de agosto de 1930, nº 128


Poema amoroso, posiblemte a su novia Ascensión Ávila.

No encontramos en el I centenario del nacimiento este inmenso poeta, de fuerta vital y telúrica capaz de imaginar metáforas sublimes.

Traducción al inglés (traductor Mundo)

SONG TO MY LIFE (Song of love)

I have to love yourself, mad life,
a chalice of poison here in my mouth,
a beam in the latir of the heart
sparks in my melancholy
eyes and outlines of diabolical
bats that I take in my brain of lion.

I have to love yourself... I have only
the most haughty furies of the god Aeolus
in nights of fatal desolation.
I have to love the bitterness,
the singing of a sorrow and the torture,
long roars of lion. Love fled of you.
How am I going to love you?

I am for you the beam that
splits on the summit “perennal”...
I detest already the laugh of your mouth.
Your path is not mine, mad life.
Your laugh was my more fatal abyss.

Hemos llegado a 546 visitas

Hemos llegado a 546 visitas y empezamos el 17 de enero. Lo cual es todo un record el interés demostrado por este poeta oriolano.

sábado, 28 de enero de 2012

Carta de Carlos a Jesús Poveda y a su hermana Josefina

Carta publicada por Jesus Poveda en su libro (1975,pp-188-189), posiblemente de los años 1940, cuando el matrimonio Poveda se encontraba en el exilio de Santo Domingo. Donde podemos apreciar a un gran redactor, firme y de prosa contundentem donde les comenta su intención de esscribir un libro que se titularía "Mi canción de otoño". (Libro que no aparece en su bibliografía).


Queridos hermanos Jesús y Josefina: Ahora me he convencido plenamente de que no podré curar nunca de mi fatal pereza en esto de escribir, pues hay que ver las veces que he tenido el propósito firme, roquero, de poneros unas letras, y otras tantas veces se me ha transformado en espuma. -Pero tened la seguridad absoluta de mi cariño a vosotros, de mi recuerdo constante, pues no quita una cosa a la otra. ¡Cuántas veces pienso con inquietud!: ¿qué será de ellos? ¿Qué harán en este momento? ¿Qué aventuras- dichosas o desdichadas les reserva el enigmático porvenir? Y no sé qué clase de voz o de luz indica a mi sangre la huella de vuestros pasos, entrelazada huella de un mismo y gozoso amor, y mi sangre presiente mucha felicidad para vosotros al final de ese camino aventurero.
Así sea -Nuestra casa común, la de nuestra madre, sigue el mismo ritmo de vida: la normalidad de trabajar, luchar un poco por las diarias e iguales exigencias de la gente, comer, etc. En la mía, una novedad: con la mesica de la cocina, tres o cuatro libros viejos, seis reales de cuartillas, un tintero y una pluma de la corona me he hecho un despacho. Estoy encantado. Esto me anima a escribir . . . y fumar sin descanso.

He escrito una cosa que me gusta, pero que no pienso publicar, pues quiero reunir un número determinado de cosas para hacer un libro. Esto se titula "Mi canción de otoño". Como los poetas están clasificados en épicos, festivos, etc., yo presento en este trabajo, y les hago cantar, respectiva mente, a cada ejemplar de éstos su canción del Otoño. Resulta una cosa original y amena, pues, lógicamente, queda pa¬tentizado el temperamento poético de cada uno en su canción. La mía es la última. Yo represento al poeta de poesía sola, como dirías tú, al poeta humano, generoso de sentimientos, loco de belleza. Por ejemplo, mientras mi canción es profundamente espiritual, dulce y amarga, como la vida, la del poeta épico es metálicamente sonora, de grandilocuencia bélica. Si yo digo que todo lo que muere de la naturaleza ante nuestros ojos muere como con una santa conformidad y dulzura, él dice, pues las hojas son en su concepto simbólico inmensas legiones de soldados:. . . "De tus inmensas legiones de hojas, todas gravísimamente extenuadas, estas que caen ya y que parecen morir con una santa conformidad y dulzura, es eso: que mueren en el estado de gracia del deber cumplido".

Preparo, es decir, proyecto otros trabajitos para realizarlos seguidamente. ¡Me ha salvado el despacho!
Nuestro Antoñín está muy bien. Cada minuto es más granuja. Ahora está durmiendo, y bien que se nota. "Concha" (Ascensión, su mujer) está junto a mi leyendo a Manuel Linares Rivas en "Mal año de lobos". Me da una cestita llena de ganas de veros pronto, y con unos cuantos abrazos para ahora. Cuando vengáis ya seremos cuatro. . .
Os quiere y os abraza muy fuerte, muy fuerte, vuestro hermano, Carlos".

Carlos conoció a algunos poetas del G- 27 en Madrid


(Milicianos en Madrid durante la guerra civil)

En noviembre de 1936, Carlos Fenoll y Jesús Poveda tras alistarse en un Batallón de Milicias, se trasladan a Madrid. Una vez llegados a la capital los ya cuñados intentan contactar con Miguel Hernández que ya estaba en Madrid desde finales septiembte del 36. El tiempo que Carlos Fenoll permaneció en Madrid, Miguel, le facilitó el contacto con Rafael Alberti, Vicente Aleixandre (le había publicado en "Silbo"), Emilio Prados, Mª Teresa León, Corpus Barga, Herrera Petere y Vicente Salas. Todos ellos, a través de Miguel Hernández, conocían y apreciaban la obra de Carlos Fenoll.

Carlos Fenoll, durante la guerra, permaneció al lado del bando republicano. En carta a Poveda, que estaba en Cataluña, leemos que Carlos está en Orihuela de permiso, y marcha para la meseta castella -Madrid-

9 de Diciembre-1938-Orihuela- Hermano Poveda: En lugar de escribirte el día que llegué te escribo hoy que me marcho. Ya he visto las piedras y los seres queridos. Ya he aspirado el aire de las estrellas de nuestro cielo. Mi corazón ya no llora de nostalgia, aunque le florecen las raíces del nuevo dolor: la marcha. Me he quitado del cuerpo hace un momento la ropa de paisano y llevo puesta la ropa militar. Entro en escena otra vez. De aquí a dos días ya estoy en la meseta castellana - Recibí tu última carta. Anoche recibió Josefina la última tuya, con una soberbia foto. Estás exactamente como eres. Te escribiré en seguida que llegue a mi destino más detenida y extensamente. Ahora voy a despedirme de todos. No he visto a Miguel.- Te abraza.- Carlos.

(No vio a Miguel porque se encuentra en Cox consolando a Josefina, puesto que el 19 de octubre habían perdido a suprimogénito Manuel Ramón, además Josefina estaba embarazada de su segundo hijo que nacería el 4 de enero de 39, Manuel Miguel)

Todos estos desagradables acontecimientos provocan en el espíritu de Carlos Fenoll un duro golpe.

Con la marcha de la familia Fenoll a la capital catalana, Carlos Fenoll pretendía sacar adelante su pésima situación económica, además de ampliar su ámbito literario. Unida a su lamentable situación económica, se suman numerosas depresiones nerviosas. El recuerdo de los amigos muertos y la violenta lucha interior entre el silencio y la comunicación pueblan el espíritu de Carlos Fenoll de negras sombras y lo arrastran hacia una continua angustia. Desde Alicante sus amigos Manuel Molina y Vicente Ramos se esfuerzan en arrancarle algunos poemas. Si Carlos, hoy día es conocido, es gracias a Molina y a Ramos.

Sobre la famosa "tertulia" de la Tahona de la que exiten dudas

Uno de los primeros estudiosos hernandianos en apreciar la dudosa existencia de la tertulia literaria de la tahona en la calle Arriba, es Aitor L. Larrabide, que escribió:


Luego la famosa "tertulia" de la tahona, una tertulia que como tal parece dudosa su existencia, y con menos miembros de lo que otros postulan (La Lucerna, 1995, p-27).


Se ha argumentado que la "tertulia" no existió como la acepción de la palabra reconoce, pero sí es verdad que allí se reunieron de forma no habitual. Se reunieron amigos en distintas épocas y distintas personas, sobre todo porque "Carlicos" como le llamaban cariñosamente a Carlos Fenoll, apenas tenía tiempo libre, siempre estaba trabajando en el horno, en el alcabor.
Se puede distinguir dos épocas: la época arcaica la de 1928 al 30, y la gloriosa de 1935 al 36, debido a la composición y preparación de la revista Silbo (mayo y junio de 1936).

 
ALGUNOS ORIOLANOS QUE APARECEN POR LA TAHONA

RAMÓN SIJÉ (José Ramón Marín Gutiérrez): Nació el 16 de noviembre de 1913, hijo de Comerciante José Marín Garrigós y María Presentación Gutiérrez Fenoll, vemos el segundo apellido de la madre emparentado con los poetas de la panadería. Estudió Derecho en Murcia, fue Premio Extraordinario de Licenciatura. Falleció el 24 de diciembre de 1935 a los 22 años de edad. Miguel le escribió su famosa “Elegía”, publicada primero en la Revista de Occidente (diciembre 1935, número CL) y luego en El rayo que no cesa. Era el más inteligente e intelectual del grupo. Fundador de la revista El Gallo Crisis (ver comentarios en el análisis a la “Elegía”, poema 29, (pgs.71-73).
Iba a la tahona de siete a nueve porque era novio de Josefina Fenoll, allí escribio parte de la La decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas. (Ensayo sobre el romanticismo histórico en España (1830-Becquer). Con prólogo de Manuel Martínez Galiano, 308 páginas. Instituto de Estudios Alicantino, 16 de junio 1973. Gracias a la colaboración de Pepe Torres. Lo remitió al Premio Nacional de Literatura. Para acercarnos a la biografía de Ramón Sijé es recomendable el artículo de Antonio García-Molina Martínez, publicado en la revista Portada de la Vega (1º quincena 2004, p. 18). Y en Vida y Obra de Ramón Sijé de José Muñoz Garrigós y un ensayo de José Antonio Saéz. (Ramón Fernandez Palmeral escribó un ensayo sobre el romanticismo de Sijé titulado Simbología secreta de la decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas.Se puede consultar completo en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes). Se dice que Sijé iba a la panacería a ver a su novia Josefina Fenoll, y no participaba en la tertulia.

GABRIEL SIJÉ: Hermano del anterior, se llama Justino Marín Gutiérrez, nació el 30 de octubre de 1915 en Orihuela. Tomó el nombre de Gabriel en homenaje al escritor alicantino Gabriel Miró. Actualmente, y en su honor, la CAM de Alicante convoca cada año el premio de novela corta que lleva su nombre, para mí no es un escritor de la talla de su hermano. Falleció 20 de junio de 1946, unos meses antes de su muerte fue vivitado por Carlos Fenoll, Vicente Ramos y Manuel Molina.
Fue miembro fundador de la revista Silbo. La administración y edición de la revista estaba en la tahona Calle Arriba,5; que en tiempos de la II República parece que se llamó de Libertad.

JESÚS POVEDA: Jesús Poveda Mellado nació en Murcia el 12 de Septiembre de 1912, afincado en Orihuela, ebanista de profesión, lector empedernido. Colaborador en el semanario Actualidad del abogado Tomás López Galindo, fundador con Ramón Sijé de la revista Voluntad y Silbo.
Iba a la tahona poprque era miembro fundado de la revista Silbo. Contrajo matrimonio con Josefina Fenoll, hermana de Carlos Fenoll, y novia de Ramón Sijé. En la guerra civil se afilio al Batallón de Miliciano, estuvo en la batalla del Ebro. Se exilio en Santo Domingo y México. Se le conoce la obra titulada: Sobre la misma tierra. Datos obtenidos de Verónica G. Ortiz. Es autor de un libro fundamental Vida, pasión y muerte de un poeta: Miguel Hernández. Memoria-testimonio, México, Ediciones Oasis, 1975.

CARLOS FENOLL FELICES: Se le conoce como el panadero poeta, nació en Orihuela el 7 de agosto de 1912, panadero de oficio. Era devorador de lecturas de poetas del 27. Fundador de la revista Silbo. Publicó sus poemas en El Pueblo de Orihuela, el poema “La sonata pastoril”. Estrecho amigo de Miguel Hernández, fue Carlos quien facilitó la publicación del primer poema de Miguel en El Pueblo... Después de la guerra vivió en Barcelona, donde falleció el 31 de diciembre de 1972. Destruyó la correspondencia que tenía de Miguel, por razones que se desconocen. María Dolores García Selma publicó en el Instituto Juan Gil-Albert, Aicane, 2000, el libro Carlos Fenoll: vida y obra. Miguel mantuvo amplia correspondencia con carlos, sobre todo cuando éste dirigía la revista Silbo.

EFRÉN FENOLL: Hermano de Carlos. Vivía en la tahona. Escribió un artículo sobre la tertulia a la que Ramón Pérez Álvarez le contestó y lo deja por embustero en un artículo publicado en La Lucerna (nº 33 de 1955). Dicen que en aquellos años Efrén estaban haciendo el servicio militar en Barcelona (no temos pruebas documentales de ello. Miguel dijo de él: «Efrén, ese chico negro que rima con tren». No terminó su libro sobre Miguel Hernández. Su mujer Teresa, podría aproximarnos a él y a la realidad hernandiana. Falleció en Valladolid en 2004, donde marchó sobre el 52 o 53, fue bibliotecario del Colegio San José. Se reafirmó en lo de la tertulia donde dice que se leía a Góngora y a Garcilaso en la tahona donde hacían «versos como panes y panes como lunas». Ver artículo de Jorge Manrique en el diario Norte de Castilla, el 7 de julio del 2004.

MANUEL MOLINA: Nació en Orihuela, en 1917, perteneció al “Grupo Silbo” de la tahona de Carlos Fenoll. Afincado en Alicante en 1940, participó en la fundación de la revista Verbo, Bernia y Colección Ifach. Publicó “Belleza y el Fuego”, en Ediciones Ángel Caffarena, Málaga. Y “Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela”, misma editorial. Antología de la poesía alicantina (1940-1972), en Publicaciones de la Caja de Ahorros Provincial, 1973. Es Manuel junto a Vicente Ramos los posibles inventores de esta tertulia.

RAMÓN PÉREZ ÁLVAREZ. Ramón Pérez Álvarez, nace en Orihuela en 1918 ( en el 36 tenia 18 años). Estudia en el Colegio Santo Domingo el Bachiller Elemental en la Brigada de Externos, abandona los estudios a los doce años. El inicio de la amistad entre ambos surge en las conversaciones en la Tahona acerca de la revista Silbo, cuyo aglutinante principal es Miguel Hernández. Su impresión se realizó en los talleres del Oratorio Festivo.

JOSÉ MURCIA BASCUÑANA.Ya en los años l.929 y 1.930, en el verano, nos juntábamos todas las noches un grupo de amigos. Miguel, siempre venía acompañado de José Murcia Bascuñana, a quién todos conocíamos por "El Arriero", que recitaba muy bien y cantaba mucho mejor, y por Carlos Fenoll.
En un rellano de la escalera recitaban poemas, ensayaban escenas teatrales y cantaban con el cantor del grupo, José Murcia Bascuñana, amigo incondicional, el cual tenía los motes: El Arriero y El Rapsoda. Mi padre Manuel Leonís El Artista, siendo soltero era chofer de la Federación Católica de Sindicatos, conocía tanto a él como a Miguel por sus afinidades comunes –escribir, cantar y recitar en público- (Comentario Manuel Roberto Leonís)

ADOLFO LIZÓN, parece ser que no estuvo en la tahona según Molina.

ANTONIO GILABERT AGUILAR, primo de Hernández, y padrino de bodas de Manuel Molina y Maruja Varó en 1943

Conclusión.- Existió o no existió la tertulia; sin embargo,los amigos se reunían allí.

PROPUESTA DE ACTOS EN ORIHUELA PARA EL CENTENARIO DE CARLOS FENOLL.


(Composición fotográfica realizada por Ramón Palmeral, 2012)

Lema: EL CENTENARIO DE UN POETA ES UN SUEÑO DE BELLEZA


1.-Organizar una comisión de actos y editar programa con calendario.

2.- Colocación de una placa en la puerta de la casa natal en calle San Juan (hoy Antonio Pinies, junto a las clarisas)

3.- Organizar una semana cultural con conferencias en la Lonja de Orihuela dedicada a la vida y obra de Carlos Fenoll e interrelacionada con Miguel Hernández.

3.-Publicar una revista impresa de un solo número dedicada a Carlos Fenoll, al estilo de la que se hizo en octubre de 1932 a Gabriel Miró, podría llamarse también “El clamor de la verdad” Dos.

4.-Incluir a Carlos en la Guía Turística de Orihuela. Insertar publicidad en los medios de comunicación oriolano (prensa, radio y televisión), provincial y nacional. El blog de Carlos ya existe. http://carlosfenollmultimedia-centenario.blogspot.com/

5.-Una exposición temática en la Sala de Exposiciones Miguel Hernández, en septiembre y octubre. (Existe suficiente documentación en la Biblioteca Pública como en la Fundación M.H. y particulares) Invitando además a los pintores oriolanos a pintar algún tema relacionado). Con publicación de catálogo.

6.-Un recital de las obras de Carlos en el Aula de la CAM

7.-Proponer a los panaderos un concurso al mejor pan literario-artísticos y artesanal. ¿Y por qué no un congreso de panaderos y alimentación?

8.-Concurso en los colegios de relatos sobre Carlos, su carrito de pan y su burro “Perico”

9.-Un sello de correos. (Se ha editado uno de Tu Sello en Correos)

10.-Un décimo de la Once.

11.-Un día gastronómico de tapas y comida con un 40 % de descuento. Tapa especial de cabrito al honro romano o de leña,

12.-Proponer a la Fundación Miguel Hernández o al Instituto Juan Gil-Albert la publicación de las Obras Completas.

13.-Edición fácsimil del librito de poemas de Ediciones "Silbo" de 1936, donde aparecen tres autores: Jesús Poveda, Justino Marín y Carlos Fenoll.

14.-Crear camisetas, pin y insignias.

15.-Un documental.

16.-Otros, según ideas.

viernes, 27 de enero de 2012

Carlos y su mujer Ascensión vinieron a Alicante y a Orihuela en abril de 1968

Por Ramón Fernández Palmeral


(Ascención Ávila Martínez y Maruja Varó Busquiel, de izquierda a derecha en la parte de arriba. Carlos Fenoll con cigarrillo en la mano y gafas. Rafael Azuar Carmen y Manuel Molina Rodríguez de izquierda a derecha, en la parte inferior. En el galería la casa de Molina que tenía de alquiler frente al cementerio de San Blas en 1968, por eso se ven los ladrillos detrás).

(Foto de la época en la zona del antiguo cementerio de San Blas. Alicante Vivo)



Anotación manuscrita de Manuel Molina destrás de la fotografía). Archivo de Maruja Varó.

Carlos y Ascensión vieron en barco desde Palma de Mallorca a donde habían ido a la Jura de Bandera de su segundo hijo Vicente Luis, se alojaron en un hotel no muy lejos de la Estación de Renfe. Al día siguiente marcharon a Orihuela.



Por una carta al famoso e intelectual padre Alfonso Roig (1), sabemos que Carlos estuvo en Alicante y en Orihuela en el mes de abril, y si nos preguntamos a qué vino el matrimono, y si lo asociamos a la parte del sacertorte Alfonso Roig, debío venir para la Semana Santa oriolana, por el canlentario perpetuo de fiestas religiosas sabemos que 12 de abril de 1968 fue Viernes Santo, y sale de procesión del Santo Entierro. Por razones obvias y coindentes pensamos que Carlos y su mujer vieron, arrastrados por su tradición religiosa oriolana, a la Semana Santa. Recordemos que en 1942, Carlos publicó "Cristo yacente", dedicado a José Bellod Salmerón, en Semana Santa de Orihuela, o "Cristo en la primavera" en la mismas revista, en la que he contabilizado one colaboraciones.
Leamos la respuesta de Carlos al padre Alfonso Roig -conocido de Molina-, que por el texto vemos que fue Molina quien le dio la dirección en bacrelona, dice :

A ALFONSO ROIG

Barcelona, 13 de Junio de 1968

Estimado padre Alfonso Roig: Con su carta -letra grande impulsiva, llameante: puro espíritu- recibí una de las soraesas más curcas y simpáticas de mi vida. ¡Cuánta blancura en las generosas cuartillas usadas generosamente! Abrir su carta fue como abrir de pronto un gran portalón al mediodía.
Efectivamente, padre: nuestro maravilloso hermano y poeta Manolo Molina me habló de usted cuando le visité en Alicame el pasado mes de abril, por cierto con mucho entusiasmo y gran admiración por su persona por lo que a mí me hubiera gustaco extraornanamente haber podido saludarle en aquella ocasión, pues ya sabe que hasta coincidimos en Orihuela sin enterarnos de ello. Ahora sólo deseo que la nueva oportunidad de conocerle personalmente y de un buen abrazo no se haga esperar demasiado. Por mi parte, ayudaré a la ocasión si puedo realizar mi actual propósito de volver el próximo año a Alicante y pasar, también, un día o dos en Valencia...



"Necesito descargar mi conciencia"

Por la respuesta de Carlos, se entiende que el padre Roig le había pedido que escribiera sus recuerdos sobre Miguel Hernández, en la que le responde Por lo que respecta a la urgencia de escribir un libro, no es posible. Todo lo que he publicado no sirve, no lo considero bueno, sin falsa modestia. Lo destruiría si pudiera. Y lo que ahora pretendo hacer, necesariamente lo he de hacer con lentitud por varias circunstancias." Carlos concluye con una frase tremeda y no anticipa un recordimiento, escribe: "necesito descargar en él [Miguel] mi conciencia...[...] "mi libro será como una rectificación de mi conducta".
Carta publicada por Manuel Molina, en p.77-78, "Canto encadenado", 1978.

En estas frases hay que profundicar con más detenimiento y detalles. ¿Qué pasó con algunas cartas que recibió de Miguel?. ¿Qué le pedía? María Dolores García Selma escribe:

"Respecto a Miguel Hernández, Carlos Fenoll mantuvo hasta el final de su vida un silencio casi absoluto e hizo desaparecer las cartas que de él conservaba. Este epistolario recogería una amplia correspondencia que abarcaría desde los primeros viajes de Hernández a Madrid hasta los años del Reformatorio de Adultos de Alicante"
(2000. p.32)
Creo que la aseveración de la profesora García Selma es muy arriesgada, basada en arriesgadas suposiciones, no documentadas ni en testimonios ni es documentos, por ello creo que solo son especulaciones injustas y cercano alo ultrajantes para la memoria del poeta.

(1).-Alfonso Roig Izquierdo, (Bétera, Camp de Túria 4 de julio de 1903 - Gandia, Safor 11 de mayo de 1987) sacerdote, profesor, escritor y crítico de arte, fue uno de los primeros en poner la atención en el arte abstracto y seguidor del Impresionismo de Van Gogh y Matisse, del arte de Picasso y Kandinsky, en los tiempos difíciles de la dictadura del general Franco. Mantuvo correspondecia con la filósofa veleña María Zambrazo al que conoció en Roma.
El 1920 inició los estudios eclesiásticos en Astorga (León) y fue ordenado sacerdote el 1926. Volvió a la diócesis de Valencia, donde ejerció en las parroquias de Pinet y en la de San Juan de Ribera de la ciudad de Valencia.

Estudió Arqueología Cristiana en Roma desde 1946 hasta 1948, año en el que regresa a Valencia y es nombrado profesor de Arqueología Cristiana. Historia del Arte y Estética en el Seminario Metropolitano de Valencia (Montcada). Mostraba también una preocupación por la poesía contemporánea: Emilio Prados, Vicente Aleixandre, Antonio Machado, Miguel Hernández.
El 1985 donó su pinacoteca a la Diputación de Valencia. En ella se pueden encontrar obras de Victor Vasarely, Sempere, Julio González, Picasso, Kandinsky y Millares, entre otras, todas ellas regaladas por sus autores, aseguraba, “porque yo nunca he tenido dinero para comprar estas cosas".
Un año antes de morir el 1986, fue condecorado por el gobierno francés como "Oficial de les Palmes Acadèmiques".

Muchos años después Ascensión -va viuda- acompañada de su cuarto hijo Julián vinieron una semana a la casa de Manuel Molina en y Maruja Varón que tenían en San Juan playa.

El panadero-poeta de la calle de Arriba de Orihuela


(Carlos Fenoll y Manuel Molina en Alicante, abril de 1968)

Escribe Manuel Molina una crítica poética sobre el estilo de Fenoll, en su Antología de poesía alicantina actual (1942-1972), pp.21.22.:

"Está claro que Carlos Fenoll, estéticamente, nada tiene que ver con los. escritores de la generación oriolana del año 1930. Su estilo es conciso, claro y corto, sencillo y luminoso como la voz popular, sin que por ello pierda un ápice de belleza y altura poética de buena ley. Su realismo idealizado es un hallazgo poético de primera magnitud, y un nuevo horizonte para la canción. En su madrigal a la Mujer Alicantina, hay muestras como éstas:

"La noche es una selva palpitante y una selva una noche misteriosa; el rocío es un llanto de diamante en la dulce mejilla que es la rosa.
Un beso es una espada de un húmedo coral para el amor. El mar es solamente una mirada y una tierna mirada es una flor. Un astro es una mano que resbala por la sombra de un triste pensamiento, y una mano es un ala que palpita en el viento. Donde acaba tu piel acaba la tersura. Después de tu mirada, ya no hay miel. Sueña el jazmín tu blanca dentadura".


Impresión, pálpito, pasmo, son las constantes ahora —en su tercera etapa— que saltan y asaltan la fluida música de su verbo, la cascada cálida de su oración. Hasta cuando infantil¬mente coquetea con sus modos iniciales, nos dice":


"La vi ni viva ni muerta;
vibrante y no se movía. . .
(¿Quién, Adivinanza, acierta
que vi su fotografía? ).
Y como lo vi, lo cuento:
Desde la luz de una playa
a un alto enigma del viento
le pide que no se vaya. . .

(No puede ser que al aroma
de su manecita en vuelo
no acudas pronto, paloma,
nube, motivo del cielo:
será, cual mi corazón,
preso al fin por la eficacia
que da a su fascinación
el Hada Azul de la Gracia".

Manuel Molina y Carlos vecinos desde la infancia




Testimonio de Manuel Molina:

«Desde que éramos niños conocemos a Carlos Fenoll. Sus padres eran panaderos y él empezó este oficio, casi sagrado, teniendo como aprendizaje repartir la luciente y olorosa mercancía a domicilio de la cómoda clientela (1). En estas correrías, que él hacía con un magnífico humor, le acompañábamos muchas veces. Amenizaba el tiempo recitando versos y contándonos fantásticas historias que nos llenaban de entusiasmo. A veces estas leyendas eran larguísimas y tardaba varias jornadas en relatarlas hasta darles fin. Nosotros —en ocasiones éramos varios los oyentes— las seguíamos con creciente interés y ésta constituía nuestra más preciada diversión.

Pasó el tiempo y su vocación literaria se fue acrecentando como su propia vida. Las horas que multitud de jóvenes mustiaban tristemente en vanas discusiones deportivas u otras frivolidades semejantes, las invertía nuestro admirable Carlos junto a un grupo de soñadores de la Belleza que, en las más apartadas dependencias de su casa, a sí mismo se había creado. Entre otros, allí asistían los inolvidables Ramón Sijé y Miguel Hernández, amigos entrañables del poeta panadero. Allí nacieron —el tiempo siempre pasa— aquellas hojas amarillas —otoño fecundo— que aún guardan su permanencia en alguna biblioteca provinciana y que tuvo por nombre y lema este trino de jilguerillo verde: Silbo, en las que colaboraron los más grandes poetas de la época.»

1).-"Desde muy pequeño participó...[...] con un pequeño carrito cubierto, arrastrado por un asnillo moruno y rabioso [Perico se llamaba], Carlitos abastecía de pan el puesto que su madre [Monserrate] tenía establecido en el Mercado Municipal [de Orihuela], y también servía a domicilio a la clientela más acomodada". (Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela, edición Ángel Caffaeran, Málaga, 1962, publicaciones de la Libreria Anticuario El Guadalholcer, págin 21.)

Nota bibliografíca
«Espíritu y carne de un poeta: Carlos Fenoll», Manuel Molina Rodriguez En Verbo. Cuadernos Literarios. Agosto, 1946, Alicante.

Publicado también en el prólogo del libro "Canto encadenado", edición de Manuel Molina y epílogo de Vicente Ramos, Instituto de Estudios Alicantinos, Diputación de Alicante, 1978.

(Textos, de los libros en el archivo de Gaspar Peral Baeza)

El patrimonio cultural de Orihuela es el segundo más importante de la Comunidad Valenciana

jueves, 26 de enero de 2012

CRISTO YACENTE


(El Santo Entierro de Orihuela-(Alicante))

(A Juan Bellod, que sabe ver) (1)

Como un haz de silencio solo y puro
yace el cuerpo divino del Amado.
Tiene el peso seguro
de la muerte; el gran peso aplomado.

Es un cuerpo lavado
donde no está la sangre ni su huella.
Es una limpia y solitaria estrella
la herida del costado.

Esa avarienta lumbre,
esa garra cruel que es el dolor,
no le pudo arrancar su dulcedumbre.
Su rostro es una flor...

¡Y esa mano, y esa mano que, muerta,
mas no del todo fría,
levemente entreabierta
bendice todavía!

¡Oh hermosura del arte que impresiona
al alma y la conmueve!
Tu imagen, ¡oh Señor!, no me abandona.
¡Permite que la lleve
hasta ser polvo y nada mi persona!

Carlos Fenoll (1942)

COMENTARIO de José Guillén y José Muñoz en Antología de escrtores oriolanos 1974.p.187)
"Este poema impresionó a los oriolanos y especialmente a los amigos del poeta. Se exponía en el Ayuntamiento el Cristo yacente que acababa de esculpir el murciano José Séiquer. Carlos Fenoll oyó el comentario que hizo Juan Bellod sobre la mano de la imagen, todavía en actitud de bendecir, e inmediatamente escribió la composición, que dedica, por la razón apuntada, al antiguo secretario de la revista El Gallo Crisis. El poema, descriptivo al principio, deprecatorio en la última estrofa, es rico en imágenes y muestra una trémula y sincera emoción. Al final del apostrofe, el tono se afloja y se resuelve en una oración tópica, sin garra. Quizá debiéramos poner reparos a los versos agudos, que no se avienen con la combinación de endecasílabos y heptasílabos, y, desde luego, a la dislocación rítmica del verso 13 —«¡Y esa mano, y esa mano que, muerta»—. A pesar de todo, la belleza de la composición es innegable".


Mi comentario
¿Acaso no tiene este poema connotaciones sobre la muerte del amigo Miguel Hernández ocurrida el Sábado Santo, anterior del Domingo de Ramos del 28 de marzo de 1942?
Podría ser una bisemia o doble sentido entre Cristo Yacente y Miguel que acababa de morir. Y la dedicatoria a Bellod debería tener algunas connotaciones, más de animarversión que de amitad, del que no era precisamente amigo.


1.-Juan Bellod Salmerón nació en Orihuela en 1912. A los 19 años se licenció en Derecho, doctorándose en Madrid en 1932, coincidiendo con Miguel Hernández y Augusto Pescador en la pensión madrileña que compartían. En 1934 formó parte de la Peña Literaria y Filosófica de la cuál nació la revista El Gallo Crisis.Fue secretario de la revistas "El Gallo Crisis", de Ramón Sijé, tambien abogado

Fue secretario de la Falange de Valencia en 1939 desde donde ayudó a Miguel Hernández y a otros paisanos en apuros. Abrió su bufete tras la guerra, participando activamente en la vida oriolana. Colaboró en prensa, en Radio Orihuela y en la revista Oleza de Joaquín Ezcurra. Murió en 1970.

Pide Miguel a Josefina que tome su defensa el abogado oriolano Juan Bellod Salmerón, que no se hizo cargo de su defensa, aunque sí le avaló con una tímida carta de aval «generosos sentimientos y honda formación religiosa» desde Valencia.

Bellod escribió un aval favorables en 1939 para Miguel desde Valencia.


Procesión del Santo Entierro en Orihuela 2010


Si algo distingue a la Semana Santa de Orihuela y, por tanto, a su tradición más internacional es la figura del Caballero Cubierto. El privilegio de ser el único hombre que puede entrar con la cabeza cubierto en un templo religioso es la clave de la procesión del Entierro que cada Sábado Santo recorre las principales calles de esta ciudad. Además, este nombramiento recae sobre aquellas personas que han destacado en su ámbito profesional o que ha hecho algo de lo que Orihuela puede sentirse orgullosa.

La Procesión El Triunfo de la Cruz o La Diablesa 1695 de Nicolás de Bussy, elude entrar en la catedral.

Caballero cubierto

La influencia estética de Gabriel Miró en Carlos, fue manifiesta



GABRIEL MIRÓ, en su obra "Las cerezas del cementerio".



¡Le he visto! ¡Le he visto! Surgió de la entraña
fragante, gloriosa, del lírico texto.
Subía solemne, ante mí, su figura,
cual nube de oro, cual nube de incienso...

Cantaban a gloria unos ángeles rubios;
los ángeles suyos, los ángeles bellos
que él viera un día, en torno a su mesa,
bajar a sus libros —jazmines inmensos—.

¡Le he visto! ¡Le he visto! Tenía una mano,
cual muerta azucena, dormida en su pecho.
Firmeza de roca de mar levantino
tenían sus ojos y azul de los cielos...

¡Le he visto! ¡Le he visto!... ¡Vivía, vivía!
Allá en la cumbrera bebíase el viento;
gustaba el perfume de ariscos matujos,
tomillos y flores; sabinas, romeros...
¡islaba su alma ! Su alma era aquella
sumida en tristezas, en éxtasis bellos,
con gozos de infancia, herida y fragante,
do brotan canciones, ternuras y besos.

¡Miró resucita!, se alza, solemne,
cual dios, en su tumba que cubren cerezos...
¡Le he visto! ¡Le he visto! Surgió de la entraña
fragante, gloriosa, del lírico texto.
Firmeza de roca de mar levantino
tenían sus ojos, y azul de los cielos...


Carlos Fenoll publicó este poeta en "El pueblo de Orihuela", el 30 de septiembre de 1930, nº 135




El Grupo Literario olecense del 30


El nombre de Generación Olecense del 30, la acuña por primera vez Vicente Ramos en su libro Literatura Alicantina (1839-1939), Alfaguara-Madrid. Barcelona. 1966. (“La escuela de Orihuela” pp. 253-257, y La Generación Olecense del 30, en la p. 256 ), al exponer las características literarias de “La Escuela de Orihuela”, cap. VII, de su libro Literatura alicantina (1839-1939), donde nombra a los precursores: Juan Sansano y a José María Ballesteros Meseguer, aunque opino que debería incluirse entre los precursores a otro oriolano Justo García Soriano, como ya he comentado antes. El Grupo lo forman Ramón Sijé, Miguel Hernández, Carlos Fenoll, Justino Marín (Gabriel Sijé ), Jesús Poveda y Manuel Molina (p.266) –el benjamín y último testigo- según carta de Carlos Fenoll [sin embargo, a pesar de lo escribe Carlos Fenoll, Molina no perteneció la grupo de la tahona ni a Silbo]. Ramos escribe que los factores olecenses de la oriolanidad son: “El barroquismo…, su clima litúrgico, el olor vegetal, su extraño sonido de bronce, su vivir en morado silencio de oración…” (pp., 248, 1966).

Hablar de Escuela o Generación Olecense parece excesivo, pienso que hablar de Grupo Literario sería más atinado. El despertar, el origen de este Grupo Literario del 30 oriolano, como apunta Miguel Ángel Lozano, “lo constituye la aparición de la novela de Gabriel Miró centrada sobre esa Oleza literaria en la que se reconoce el modelo de Orihuela. El impacto de El Obispo leproso fue decisivo (Insula, 544, 1992, pág, 2).

Las lecturas iniciales de este grupo literario son, según Reig Sempere (p. 13, 1981):

“Casi todos leen a Gabriel y Galán, Villaespesa, Bécquer, Salvador Rueda, Campoamor, Vicente Mediana, Juan Ramón Jiménez, Juan Sansano, Rubén Darío, Gabriel Miró, Antonio Machado, y algunos otros.”

Vemos cómo se transmite esta “miromanía” literaria al Grupo Orcelitano del 30, el trabajo de Ana M. Reig Sempere, autora de La Generación del 30 en Orihuela (1981), siguiendo al pie de la letra las exposiciones de Vicente Ramos, divide el Grupo en dos: Uno en torno a la revista El Gallo Crisis, (mayo 1934 a primavera del 1935), encabezado por el capuchino Fray Buenaventura de Puzol, Ramón Sijé, Tomás López Galindo, Juan Bellod Salmerón y José Mª Quilez y Sanz, más los profesores Juan Coloma y Jesús Alda Tesán.

El otro Grupo, más humilde, es el de la tahona de la calle de Arriba nº 5 entre 1930 a 1936. Aunque el mito de la tertulia de la tahona de los Fenoll fue echada abajo por Ramón Pérez Álvarez (1918-1998), quien asegura que nunca existió dicha tertulia ([8]), a cuya aseveración se unieron Jesús Poveda, y esposa Josefina Fenoll. Por ello la idea de una tertulia formal queda desbaratada, la única posibilidad es una reunión informal y esporádica. Pero sí es cierto que Hernández acudía con frecuencia al horno de la tahona, en el acabor.
Oigamos el argumento contradictorio y rotundo de Pérez Álvarez:

“…Esa tertulia es una elucubración mental, generada por la mente calenturienta de Molina [Manuel] ([9]), Efrén [Fenoll hermano de Carlos], al alimón, y a su mayor gloria. No existió esa tertulia, Jesús [Poveda] estaba por Barcelona, una vez cumplido el servicio militar [que hizo en Submarino de Cartagena]…(p.43. Hacia Miguel Hernández).

En Orihuela de los años treinta se publicaban varios periódicos y revistas, que servían como eje dinamizador del ambiente literario: El Pueblo de Orihuela, Actualidad, Destellos, Renacer, La Lectura popular, Destellos, Voluntad, El Gallo Crisis (1934-35). Silbo (1936). En Alicante El Día. En Murcia La Verdad de Murcia donde publican oriolanos.

Lo cierto, es que, entre acuñaciones, especulaciones, mitos y verdad, el llamado Grupo Olecense del 30 es como un espejismo, a la espera de un riguroso análisis y diagnóstico.


Leer "La influencia estética de Gabriel Miró en Miguel Hernández", en la revista "Letralia" de Venezuela