Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

viernes, 20 de enero de 2012

Miguel Hernández a su vecino Carlos


(El lápiz de Miguel, reatro al óleo por Palmeral)

Miguel Hernández era vecino y buen amigo del panadero Carlos Fenoll. Por las mañanas le despertaba el olor a pan y el balar de sus cabras, el olor era inconfundible; cuando llegaba Navidad, eran las tortas de Pascua.

En la panadería por las noches, se reunían varios amigos de Orihuela que compartían su pasión por las letras y mantenían tertulias, donde hablaban de sus sueños y esperanzas, entre ellos Fenoll, Jesús Poveda, Ramón Sijé, Francisco Salinas, etc.
Para Carlos Fenoll escribió:

“PAISAJE DE BELÉN.-Vecino Carlos, vecino de
la virgen como yo; tu casa y mía ya está llena de úes y
de ruedas.-Bajo la ropa, virgen, tendida de ventana a
ventana, entre las enaguas de mi novia, los pa-
vos se comunican su canto y su arrogancia viuda
a un silbo de mi lengua. Sus barbas, mocos, líos y tracas de
sangre, relucen, se menean, ascienden y descienden
al sol y a las miradas de sus tutoras, hasta noche
Buena.-Vecino Carlos, ya empieza a oler tu horno a
tortas, aunque no huela aún. A todo el mundo da un
olor, expléndido pero no sustancia, avaricioso. Y los
pobres pasan ante tu hermana y su olor y el olor a
manteca y miel cocida con ojos de deseo. ¿Por quién?
-Vecino Carlos, tu pala, tu remo de navegante en pan,
tu pavo, tu calle, tu virgen, te llaman. Y tú no estás
aquí.-
MIGUEL HERNÁNDEZ.


Por Antonio Costa en "El Eco Hernandiano"