Elche | 09·02·22 | 13:56 | Actualizado a las 14:08
Es necesario en este centenario (1912-2012) recopilar la obra dispersa del inmortal poeta oriolano, como así cuantos artículos, reseñas, oponiones y comentarios se han publicado sobre él. Esta es ocasión única para recoger inéditos. Y reclamar la publicación de sus Obras Completas. Somos fenollianos. Portal dirigido por Ramón Fernández Palmeral.
Al hernandiano Ramón Fernández Palmeral le publicaron "Simbología secreta de Viento del pueblo" en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes con las ilustraciones, tambien se encuentra en versión impresa en LULU, online:
https://www.cervantesvirtual.com/obra/simbologia-secreta-de-viento-del-pueblo-de-miguel-hernandez-945933/
Cuando Miguel Hernández trajo ejemplares de Viento del pueblo a Orihueal en 1937 le regaló un ejempsar dedicado a Josefina Fenoll, hermana de Carlos.
El cuadro original de la portada del libro en halla en la Biblioteca María Moliner de Orihuela.
Aquí se muestra una de las ilsutraciones: "Rosario dinamitera":
Se haya impreso en Lulu,y Amazon, ideal para regalo de Navidad a hernandianos.
El viernes 4 de noviembre de 2022 en la Sede Universitaria de Alicante. Sala Miguel Hernández. Tuvo lugar un homenaje al poeta y hernandiano José Antonio Charques Sala (1949-2022), organizado por Espejo de Alicante con la participación de numerosos familiares (entre ellos Gracia Trillo viuda Charques), poetas, amigos y, la asistencia de Estefanía Charques, hija del poeta en la mesa de presentación acompañada por Mª Consuelo Giner, predidentea de Espejo y Ramón Palmeral coordinado del libro homenaje. Se estragaron a los asistentes 60 ejemplares del libro "Caminos andado" en edicion no venal. La proyección de un video donde Charques recitaba a Miguel Hernández, puso un toque de emoción ntre los familiares y asistentes.
Leyeron poemas: María Consuelo Giner, Estefanía Charques, Ramón Palmeral, Carmen Amérigo, Pacó Burló, Luis S, Taza, Pilar López Momopó, María Dolores López, Deogracia Gonzalez, Dolores Cortés, Alicia V. Merino de la Cruz, Diego Zambrazo, Marta Barbarito, Belén Esteba, Fermín Serrano, Aitor Larrabide, Ana Ayen Saura, Javier Alonso, Vicenta Plá, y Manolo Mas.
Fue un acto emocionante y sentimental que se cerró con entrega de dos ramos de flores a Gracia y Estefanía y un retrato a lápiz de José Antonio dibujado por Palmeral, portada del libro. ¡Feliz tarde de poesía, amistad y concondia!, puesto que de eso trata un homenaje: de un reencuentro.
(Fotografía de Antonio Ángel Parra)
Fotografía inédita de una de las tiendas de la Calle Mayor que perdura a través del tiempo, llamada “Sombrerería El Gavilán”, con el cuadro en la fachada anunciando su antigüedad “Casa Fundada en 1880”; en el cristal se refleja la fachada del Palacio Episcopal.
CALLE MAYOR DE OLEZA (1)
A Miguel Hernández en el 112 Aniversario de su Nacimiento y el 80 de su muerte el 28/Marzo/2022.
A mi esposa, Piedad, en su recuerdo.
La Calle Mayor de Orihuela (denominada así por los oriolanos; en la realidad está dedicada a Ramón y Cajal) es acaso una de las calles más arcaicas de la localidad, de rancio abolengo, con sabor a misticismo y fuerte olor a incienso, que emanan de la admirable Sagrada Iglesia Catedral del Salvador (emplazada en el número 13 de la calle; de estilo gótico de los Siglos XIV-XVIII, fue declarada Monumento Nacional el 03/Junio/1931, es de pequeñas dimensiones, no obstante, compite en cuanto a majestuosidad y magnificencia con las colosales catedrales de las distintas capitales de provincia): además de otras regias mansiones, conserva el Palacio de la Condesa de Vía Manuel (Siglo XX) y el Palacio Episcopal del Siglo XVIII, declarado Monumento Nacional el 31/Octubre/1975 (que alberga el Museo de Arte Sacro).
La Calle Mayor está debidamente peatonalizada y enladrillada; en los bajos de los edificios se encuentran los distintos comercios que la abarcan. Está situada la calle en el cogollo de la localidad, sirviendo de tránsito y encontrándose en medio separando los dos extremos de los barrios antiguos periféricos por donde se tiene acceso a la Ciudad, como son: desde la parte murciana los de San Francisco, Capuchinos y El Rabaloche y, desde la alicantina, la Calle de Ramón Sijé y San Juan, donde se encuentran el Colegio de Santo Domingo y el denominado “entorno hernandiano”. Los colosales edificios de la Catedral y el Palacio Episcopal forman la denominada Plaza del Salvador, donde se conserva una efigie del Caballero Cubierto de la Procesión de Semana Santa del Santo Entierro de Cristo, que ha alcanzado fama mundial. Discurre la calle paralela a la también antigua del Doctor Sarget (también llamada de La Feria), que está apegada al Cerro de San Miguel y, al otro lado, mira hacia el Mediterráneo y los barrios modernos que se han ido formando.
La Calle Mayor de Orihuela ha sido, desde siempre, lugar de predilección de los oriolanos, principalmente de los matrimonios, donde concurrían encopetados y luciendo sus galas, sobre todo los domingos y festivos; era digno de ver salir de la Catedral, una vez terminada la misa de las trece del mediodía a la muchedumbre y a los padres con sus hijos cogidos de la mano, formándose a la salida de la Iglesia corrillos de personas charlando y otras visitando y ojeando los distintos escaparates; luego, marchaban a la Glorieta de Gabriel Miró a escuchar los últimos compases del concierto de música de la Unión Lírica Orcelitana. Por las tardes, se escenificaba lo mismo, esta vez en la misa de las ocho de la tarde: no en vano, la Calle Mayor formaba, y sigue formando, parte principal de la denominada “Ruta de los Puentes”; donde en círculo se recorrían las calles de Alfonso XIII, la de Loazes y San Pascual hasta llegar a la Calle Mayor atravesando los Puentes de Levante y Poniente. Sin embargo, en la actualidad esta costumbre ha ido quedando en desuso, sobre todo, por la gran caída del comercio, prefiriendo los paseos por los lugares modernos como la Avenida de Teodomiro (llamada también por el vulgo Avenida de la Estación o de Los Andenes); ahora se ven gran cantidad de tiendas cerradas y abandonadas, con las persianas echadas llenas de herrumbre y los soportales con polvo y papeles hacinados e incluso las últimas cartas ordinarias comerciales que quedaron en el suelo sin abrir; de las últimas tiendas antiguas cerradas, que yo recuerde, eran la “Ferretería de Gil Salazar”; “Casa Ocetta”, “Óptica Peralta” y tres de tejidos (entre ellas, la denominada “La Reina de los Bordados”): aún quedan las tradicionales “Pañería García Molina”, “Calzados La Carmelitana”, “Papelería Estruch” y “Sombrerería El Gavilán”. En la actualidad, la mayoría de los transeúntes que circulan por la Calle Mayor son para ir de un barrio a otro y, los numerosos excursionistas y turistas que acuden a nuestra Ciudad para visitar, sobre todo, la Catedral y el Palacio Episcopal para visionar el Museo de Arte Sacro.
Antiguamente, el recorrido de las procesiones de Semana Santa se hacía obligatoriamente por la Calle Mayor, donde acudían los espectadores a verlas de pie, ya que no ponían sillas por la estrechez de la calle; aunque en las entradas de los comercios sí lo hacían. Los de a pie, aguantaban impasibles el desarrollo de las mismas y, a veces, ante el paso de un trono mayúsculo tenían que apretujarse en las fachadas de los edificios para que éste no los arrollara. Con el tiempo, al fusionarse las imágenes (que estaban desparramadas en las distintas iglesias) se encuentran formando el Museo de la Semana Santa de la Iglesia de La Merced; el itinerario es más amplio y discurre por las calles principales de la localidad, aunque el resto de procesiones tradicionales que salen de la Catedral continúan efectuándose por la Calle Mayor: una de las de mayor fervor y tradición es la del Corpus Christi, que sale y se recoge en la Catedral, discurriendo por la Calle Mayor; en ella desfilan gran cantidad de alumbrantes; con niños y niñas que últimamente recibieron la Primera Comunión, vestidos ellos con sus relucientes e impecables uniformes de las distintas órdenes militares y ellas, con sus níveos trajes de novia de artísticos bordados; como remate final de la Procesión desfilan los canónigos del cabildo catedralicio, de los cuales, los últimos, arropan el magnífico trono con la Custodia en oro y plata con Templete donde se aloja la Sagrada Forma y, detrás, el Sr. Obispo de la Diócesis presidiendo la Procesión con acompañamiento de las Autoridades locales y la Banda de Música, llegando toda la Comitiva hasta el Santuario de Nuestra Señora de Monserrate, Patrona de Orihuela, deteniéndose durante el trayecto en los numerosos altares que se han confeccionado para efectuar en ellos el rezo oportuno: mientras tanto, en lo alto del campanario de la Catedral, no dejan de voltear el carillón de las campanas tocando alegremente a júbilo.
Antes también, cuando el Sr. Obispo de la Diócesis aún residía en el Palacio Episcopal (con el tiempo se trasladó a Alicante) existía la costumbre de que, en las grandes fiestas anuales, principalmente en las de Navidad (Nochebuena, Nochevieja, Navidad y Reyes, Semana Santa, etc.) salía al balcón principal del Palacio y daba una alocución sobre la festividad a la muchedumbre que se congregaba en la Plaza del Salvador y, al final de la misma, cogiendo una bolsa de caramelos y golosinas las arrojaba a los pequeñuelos que iban acompañados de sus padres.
La Calle Mayor ha sido cuna de personajes insignes, entre los que se encuentran a los hermanos Sijé. Eran dos hermanos que nacieron, vivieron y murieron en el número 27 de esta calle (donde en la actualidad está señalizada mediante una Placa de la “Ruta hernandiana”). Formaban parte familiar del matrimonio compuesto por José Marín Garrigós y Presentación Gutiérrez Fenoll, que tenían además una hija de nombre María Dolores (Mari Lola); en los bajos de su vivienda poseían una tienda de tejidos (su medio de vida).
José Ramón Marín Gutiérrez era el mayor de los hermanos (Orihuela 16/Nov./1913-24/Dic./1935), fue un gran escritor ensayista. Desde pequeño demostró una gran inteligencia. Estudió el Bachillerato en el Colegio de Santo Domingo de Orihuela y se doctoró en Derecho en la Universidad de Murcia. Escribió en los periódicos oriolanos, regionales, murcianos y madrileños, fundando las revistas oriolanas Voluntad y El Gallo Crisis, donde escribieron todos los escritores intelectuales oriolanos (entre ellos Miguel Hernández); él mismo escribió bajo el seudónimo de Ramón Sijé (aunque utilizó otros muchos seudónimos). Coincidió con Miguel Hernández en el Colegio de Santo domingo y en otros círculos literarios y se reunía con él para hablar de literatura en su misma casa y sobre todo, en la famosa Tahona de los hermanos Fenoll de la Calle de Arriba, donde además acudían a ella otros jóvenes literatos. Fue el gran mentor de Miguel Hernández, ayudándole y animándole en su viaje a Madrid para que alcanzase su carrera literaria. Por desgracia, murió muy joven de una infección intestinal el día de Nochebuena de 1935 y, a su muerte, su gran amigo Miguel Hernández le escribió y le dedicó su famosa Elegía. (Su biografía más extensa se puede consultar por Internet en la Fundación Cultural Miguel Hernández, en el Blog de Miguel Hernández MultimediaCentenario de Ramón Fernández Palmeral y, en este mismo medio, en mi Conferencia Homenaje a Efrén Fenoll Felices).
Justino Marín Gutiérrez, el hermano menor de José Ramón, al igual que José, también nació y murió en Orihuela (30/Oct./1915-20/Junio/1946, día del Corpus Christi, a los 31 años), fue un escritor de menor talla que su hermano y de corta producción literaria (escribió bajo el seudónimo de Gabriel Sijé, el nombre de Gabriel lo hizo por Gabriel Miró); también estuvo en la Tahona de los hermanos Fenoll, en su última etapa del Año 1936 en la que se fundó la revista literaria Silbo que, en su corto periodo de duración alcanzó mucha fama (hubo de suspenderse en su tercer número por el comienzo de la Guerra Civil Española). Justino, también estudió en el Colegio de Santo Domingo de Orihuela, aunque su carrera universitaria no la terminó. (Para más datos, consúltese en las mismas Fuentes que su hermano). De la familia Marín Gutiérrez queda por decir que, fue una familia que cayó en desgracia, pues a la muerte de sus dos hijos en edad muy temprana le sucedió al poco tiempo la del padre, que murió en un accidente al ser atropellado por un carruaje de caballos al circular por la calle.
Otro personaje de quien también quiero comentar, se trata de Antonio García-Molina Martínez, que fue también un ilustre hernandiano; oriolano de nacimiento, cursó la carrera de Derecho y residía y tenía su despacho de abogado en la Calle Mayor. En Orihuela, fue distinguido con numerosos galardones: fue concejal del Excmº Ayuntamiento de Orihuela; Presidente de la Cofradía del Perdón de Semana Santa; Caballero de la Orden de San Antón; Caballero Cubierto en la Procesión del Santo Entierro de Cristo y, como remate, por sus escritos, investigaciones y labores sobre Miguel Hernández le fue concedida la Medalla al Mérito Hernandiano, por la Fundación Cultural Miguel Hernández.
De Antonio, mi esposa Piedad y yo
tenemos una anécdota: nosotros lo conocíamos desde siempre, aunque en
principio, no tuvimos contacto con él. Un día, paseando nosotros desde la Calle
San Pascual hacia la Calle Mayor, al pasar por el Puente de Poniente (está a
unos tres metros de esta calle) nos cruzamos con Antonio que marchaba en
sentido contrario (él era ya muy mayor de edad) y, al llegar a su altura, se
produjo una incidencia en la calle (de la que apenas me acuerdo por el tiempo
transcurrido) y, al terminar ésta, como estábamos juntos nos pusimos a comentar
sobre la misma. Después, nos dimos a conocer y ya, la conversación entró por
otros derroteros: como éramos todos oriolanos, y no podía ser menos, ésta
derivó sobre Miguel Hernández. Al mencionar a Miguel, entonces mi esposa, fue
cuando le dijo que su padre Monserrate y el hermano de su padre, José Murcia
Bascuñana El Arriero, fueron amigos
íntimos de Miguel. Antonio, muy alegre por esta noticia novedosa, nos dijo a su
vez que, a José El Arriero llegó a
conocerlo, principalmente, por haber estado presente él, siendo casi un crío,
en el primer Homenaje a Miguel que le hicieron sus amigos en Orihuela, en el
Año 1942, plantando El ciprés máximo,
en el que estaban presentes Carlos Fenoll, Justino Marín (Gabriel Sijé) y José Murcia. Luego, con gran afabilidad, nos invitó
a que fuésemos a su despacho de la Calle Mayor para enseñarnos lo que guardaba
de Miguel: aquí comenzó nuestra amistad. Sirva esta anécdota de homenaje.
Antonio, falleció en Orihuela el día 06/Noviembre/2007 a los 87 años.
Nicho nº 185 de la Galería de La Inmaculada del Cementerio Nuestro Padre Jesús de Orihuela, correspondiente a Antonio García-Molina Martínez. Su localización es muy fácil. Nada más entrar al Cementerio, a mano derecha, existe una avenida con nichos a ambos lados. Desde la entrada, según avanzamos por la avenida, a nuestra izquierda, ya vemos frontalmente los nichos con la imagen de azulejería de La Inmaculada, donde se encuentra el Nicho nº 18 de Efrén Fenoll Felices y su esposa Mª Teresa Vicente Molera; torciendo en el lateral derecho de la fachada principal y subiendo unos escalones ya vemos, al comienzo de la Galería lateral, el Nicho de Antonio García-Molina Martínez.
(Fotografía de Antonio Ángel Parra )
Continuando con la redacción tengo que decir que, en la Calle Mayor, se desarrollaron dos episodios contrapuestos, que marcaron la vida de Miguel Hernández. El primero fue de alegría e ilusión, ya que aquí, fue donde conoció y entabló relaciones con Josefina Manresa Marhuenda, que trabajaba de modista en la sastrería ubicada en este lugar, con la que posteriormente se casó. El segundo episodio fue de tristeza y desolación, ya que aquí fue detenido, cuando gozaba de una corta libertad engañosa, por José María Martínez, alias el Patagorda, oficial del Juzgado Municipal (que le profesaba un odio profundo), junto a Manuel Morell Rogell inspector de la Guardia Municipal, cuando salía de la vivienda de Justino Marín, acompañado por éste, después de ir a visitar a sus padres; terminando su periplo carcelario en la prisión del Reformatorio de Adultos de Alicante, donde falleció por falta de atención médica el día 28/Marzo/1942 (sábado y víspera del Domingo de Ramos, a la edad de 31 años).
Hoy discurro por la Calle Mayor al mediodía, a una hora inadecuada, donde nadie pulula por sus adoquines, ni se escucha rumor alguno, sólo suenan las campanadas monótonas del reloj de la Catedral anunciando la hora; recorro los pocos escaparates de las tiendas que continúan en vigor (aunque cerradas por el horario de descanso) y las clausuradas definitivamente, y siento una nostalgia profunda de aquellos tiempos remotos acompañado de mi esposa e hijos, disfrutando y contemplando escaparates, visitando los comercios y el continuo bullir de las personas que entraban y salían de ellos, y pienso en el tiempo pasado que ya nunca volverá.
Orihuela, 30 de Octubre de 2022
Antonio Ángel Parra Ruiz
(Nota: En el título del Relato, la llamada (1) de Oleza, se menciona así para recordar y homenajear al insigne escritor alicantino y oriolano Gabriel Miró).
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......................................Anexo del editor...........................
Enlace del Homenaje en la página de la Fundación Miguel Hernández Virtual:
... El viernes 29 de abril de 2022 a las 20 h se presentará el libro "80 años de la muerte de Miguel Hernández" (1942-2022) de Ramón Fernández Palmeral en la Biblioteca Municipal María Moliner de Orihuela, intervendrán: Aitor L. Larrabide, director de la Fundación Cultural Miguel Hernandez, Julio Calvet Botella, prologuista del libro y del autor.
Venta en Amazon y en Librería Codex de Orihuela:
https://www.amazon.es/dp/B09VFMTSPC/ref=tmm_kin_swatch_0?_encoding=UTF8&qid=1646595668&sr=8-1
POR RAMÓN FERNÁNDEZ PALMERAL
La acción periodística de Miguel Hernández «no fue algo casual, sino que parte de una vocación hacia esta tarea que manifiesta ya en su etapa juvenil», como afirma y demuestra el profesor Francisco Esteve (2012:50)...
Seguír leyendo en Hora de Jaén
Viñetas de la página 41 del libro. Conversación de Miguel con Carlos Fenoll en el la tahona /Publicación con autorización por el autor Carles Esquembre/.
Libro Amazon:
de Ramón Fernández Palmeral
El presente año 2022 es un año hernandiano por excelencia, puesto
que se cumplen los 80 años de la muerte del universal poeta Miguel
Hernández, acaecida el 28 de marzo de 1942 cuando se hallaba preso del
franquismo en la enfermería del Reformatorio de Adultos de Alicante, por
varias enfermedades pulmonares, contraídas durante su cautiverio,
contaba tan solo treinta y un años edad.
Para conmemorar tan
relevante acontecimiento, el hernandiano Ramón Fernández Palmeral
presenta a lo largo de 31 artículos monográficos, un anexo con
ilustraciones inéditas de su autoría 80 años de la muerte de Miguel Hernández. Componen una serie de monográficos que quedaron fuera del libro Miguel Hernández. El poeta del pueblo (biografía en 40 artículos), ECU, 2019. Por consiguiente los dos libros son complementarios y conforman un corpus biográfico.
El prólogo es del escritor y magistrado oriolano Julio Calvet Botella,
que además aporta información de varios artículos inéditos relativos a
su familia.
Por la Ley Propiedad Intelectual de 22/1987 antes del 7
diciembre de 1987 tendrán la duración prevista en la Ley anterior de 10
de enero de 1879 sobre Propiedad Intelectual y la transitoria tercera de
la L22/1987, la obra de Hernández pasa a dominio público.
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Elche | 09·02·22 | 13:56 | Actualizado a las 14:08
Presentación de la programación del Espacio Hernandiano desde febrero a junio INFORMACIÓN
El ‘Espacio Hernandiano’ de Elche conmemorará los 80 años de la muerte del poeta con más de 20 actividades desde febrero a junio. Así lo ha anunciado este miércoles la concejal de Cultura, Marga Antón, junto con el programador del centro cultural, José Luis Mas, y el director de la Cátedra Miguel Hernández de la UMHE, José Luis Ferris.
El lema de la programación será ‘80 años sin el poeta’ con un cartel diseñado por Sergio Delicado que emplea una lágrima reinterpretando el logo con la frase “Miguel no está aquí”. Las actividades se dividen en dos etapas (de febrero a junio y de septiembre a diciembre) y se espera triplicar la actividad de 2021 cuando se estrenó del centro con este nuevo enfoque. Avisan a nivel municipal, además, que pueden incorporarse actividades fuera de este periodo.
Se apostará por creadores literarios de todo el panorama nacional y en febrero habrá colaboración con el reconocido festival 'Vociferio de Valencia' , que desde 2011 se celebra. Se refuerza la presencia y colaboración de la Cátedra Miguel Hernández y se incorporan al espacio varias actividades de la Sociedad Filosófica.
El sábado 26 de marzo, conmemorando la muerte del poeta oriolano, tendrá lugar un diálogo con José Antonio Ríos Carratalá, autor del libro “Los consejos de guerra de Miguel Hernández” y que destapa las irregularidades que se produjeron en el proceso de encarcelamiento. El 18 de marzo se presentará el libro escrito por José Luis Ferri “Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta”.
También habrá diálogos intergeneracionales en colaboración con la cátedra en la que diferentes escritores y poetas nóveles dialogarán con poetas veteranos. La escritura y el cine se darán la mano a través del Taller sobre “Las uvas de la ira” de Israel Gil (Aula de Cine y Audiovisual de la UMH) y formarán parte de la programación artistas literarios contemporáneos como Dyso, Dany Orviz, Víctor López o David Trashumante entre otros, haciendo hincapié en poetas y escritoras en valenciano como Bogonya Pozo+Obert o Iris Almenara y Alex Andreu . En junio se celebrará el 10º aniversario de letrasenvena.com y las actividades literarias del Festival LGTBI+ DIVERSA.
Desde el Ayuntamiento recuerdan que las entradas a todas las actividades es gratuita mediante inscripción media hora antes en la puerta del Espacio Hernandiano. Según Luis Mas, “lo que hemos pretendido en el Espacio Hernandiano es crear un espacio intergeneracional en el que los artistas, poetas, literarios, periodistas… relacionados con las letras tengan su lugar”. El programador añade que “el espacio se ha consolidado en muy poco tiempo como un lugar de creación, de libertad, de sinergia y, sobre todo, intergeneracional, que era algo que nos interesaba muchísimo a la concejalía de Cultura”.
Por su parte, José Luis Ferris, apunta que “desde la Cátedra Miguel Hernández queríamos salir de las fronteras, queríamos que la universidad pisara la ciudad porque no hay mejor aula magna que la ciudad de Elche donde podemos tener contacto con todos los ciudadanos y de todas las edades”.
A lo largo de 2021 se llevaron a cabo más de 30 actividades en el Centro Hernandiano por las que pasaron más de 1.000 personas, con una ocupación del 75% y con edades comprendidas entre 20 y 70 años, convirtiéndose en un espacio intergeneracional para la ciudadanía, según Antón, que entiende que este espacio se consolida "como un lugar dedicado a la literatura, el diálogo poético, la investigación y el periodismo, en el que los y las artistas literarios no sólo de Elche, sino de todo el panorama nacional tienen su espacio”.