Es necesario en este centenario (1912-2012) recopilar la obra dispersa del inmortal poeta oriolano, como así cuantos artículos, reseñas, oponiones y comentarios se han publicado sobre él. Esta es ocasión única para recoger inéditos. Y reclamar la publicación de sus Obras Completas. Somos fenollianos. Portal dirigido por Ramón Fernández Palmeral.
viernes, 9 de marzo de 2012
Los Fenoll homenajearon a F. García Lorca
Poveda escribe en la página 93 de su libro de 1975.
"Carlos y yo organizamos en el pueblo [Orihuela] un modesto homenaje a este inmenso poeta amigo nuestro, y sé llevó a cabo en el Teatro Circo de aquella localidad. Carlos recitó un poema suyo [hoy desparecido]; yo leí unas cuartillas mías y un jovencito de unos once años (Alfredo Santos), recitó un romance que había hecho para la ocasión mi novia, Josefina Fenoll. He aquí una muestra":
Poema al asesinato de Federico García Lorca
"García Lorca, García Larca!
¡Qué pena me da pensarlo!
Por el mes de agosto era
cuando a li te fusilaron. . .
Fue en Granada, tu Granada,
la tierra que amaste tanto.
En Granada fue tu crimen,
donde a ti te fusilaron!
Se lo llevaron de noche
y vilmente lo mataron.
¿ 1936?
ELEGÍA
Al poeta Federico García Lorca
Me basta con tu sangre con tu aliento:
para llorar me basta tu memoria
o el leve roce que le das al viento.
Quiero llorarte a solas en tu historia;
catando el pulso que la muerte tiene
quisiera ver el sitio de tu gloria.
El rocío en la sangre se detiene,
¡se detiene hoy el plomo en tanta muerte.
que ya sobre tu canto se mantiene
o en el puño cerrado de esta suerte. . .
Para llorar me basta con tu risa,
con recordarte a ti como al más fuerte
pulsador de guitarras y de brisa,
porque el aire más fino de mi tierra
brotaba de tu lengua y tu camisa.
Tu crimen se enarbola en esta guerra
sacudiendo puñados de elegía
y al nombrarte la boca se nos cierra.
Sacudes los puñados cada día
del zumo que germinan los manzanos
y forman un aljibe en tu poesía.
Te llevan en la palma de las manos,
arrancando raíces de jazmines,
te llevan a soñar con los gitanos.
¿Por qué sobre tu muerte hay tantos fines,
tantos ojos cegando corazones,
tantas sombras de simas y de crines?
Te llevamos en uñas de bordones,
como la enredadera de una fuente,
te llevamos al pie de los balcones.
¡Ay Federico, ay, gran poeta ausente
elevado a la sombra de la nada!:
¿dónde mi corazón, dónde mi gente,
dónde la ausencia que haces a Granada,
poeta joven de un llorado sino,
pueden ver a la novia enamorada?
¿Dónde, dime, al poeta? ¿Y qué destino
ha de tener el hombre tan presente
que ¡lora entre las aguas y entre el vino?
¡Te lloraré en la sombra, tristemente!
Jesús Poveda Mellado, entre 1936-37
(Publicado en "Sobre la misma tierra" 1940)
Aunque los rumores corrían ya, desde días atrás, por las calles y cafés de Madrid, la noticia no sería publicada sino hasta el 18 de septiembre, un mes después, en El Heraldo de Madrid:
Todavía nos resistimos a creerlo –escribe L. Gil Belmonte– ¡Es tan monstruoso el crimen! Quisiéramos que en esta ocasión el compañero que da la noticia esté equivocado. Mucho sabemos de la barbarie, la crueldad, la sanguinaria traición de
los facciosos y por eso sentimos el dolor inmenso de que el gran poeta universal Federico García Lorca haya podido caer en manos de los traidores.