(Transcipción de original manuscrito realizado por Vicnte Luis Fenoll.)
Miraflores, 20 agosto 1936
Querido
Miguel [Hernández]: hoy he llegado de Madrid, donde he pasado unos días y he visto a los
amigos. Estuve también en la Alianza de Intelectuales Antifascistas, que tiene
ahora un nuevo edificio en la calle del Marqués del Duero. En casa estuvieron
Pablo [Neruda] y Delia [del Carril], y Manolo [Altolagirre] y Concha [Méndez], todos cariñosísimos conmigo y yo conmovido de
verlos cómo se preocuparon por mí en los primeros días de la rebelión. Hoy
hemos regresado aquí, donde si no hay novedad pienso pasar todavía una
temporada. En Madrid no pude escribirte, pero ya ves que lo hago hoy mismo,
Miguelillo. Tu carta me tardaba, pero llegó tan buena y ligera por el aire, y
me traía unas palabras de tu amigo, y mío, Carlos Fenoll a quien escribiré uno
de estos días. Me alegro que Carlos piense venir por Madrid en otoño. Giner me
enseñó una carta de Jesús Poveda en que me parece que también hablaba de venir
por Madrid. Qué buen envío de tu gran tierra.
Para
el número 3 de Silbo te envío poema
que deseabas. Lo envío con todo entusiasmo para los silbadores y me da gozo verlo
entre ellos, entre la gente que tiene corazón y lo siente uno en cuanto se le
acerca. Mi poema no es corto, mis poemas son así generalmente. "Humano
ardor" se llama. De amor es y no sé si solo de amor, porque el amor en mis
poemas parece que trasciende de lo individual a la tierra, a la naturaleza
palpitante en el propio cuerpo humano.
Bueno,
Miguel vilano (?), Miguel dichoso en tu Orihuela ardiente. Me faltaste tú en
estos días breves en Madrid. Te hubiera visto mucho. Amigo, en estos días o
tiempos trágicos, de sangre y lucha, parece que se siente más, que se quiere
más, se desea querer más y ser querido. A Manolo, por ejemplo, estos días
parece que me he dado nueva cuenta de lo que le quiero. Y lo mismo con Pablo. Y
un amigo que tengo en Gijón, a quien quiero mucho muchísimo, me tiene
intranquilo porque no puede regresar a Madrid. He pasado por él mucho, y sigo
pasando. No sé cuándo podrá venir
(escrito en los
márgenes dando la vuelta a la carta y pasando al margen izquierdo de la página
anterior):
porque no hay comunicación ferroviaria. A Giner le
dije tus palabras. Te admira mucho y seréis amigos. Supongo saldrá también en
el nº 3 de Silbo. Miguelillo, me parece
que te ves recién salido de tu río. ¡Cómo te ríes, Miguel, con tus dientes
blancos del río! No te escribo más por no poner otra cuartilla ya que van 3 con
el poema (vuelta) (sigue aquí de la pág. anterior). Pero he ajustado la letra.
Dile a tu novia [Josefina Manresa] que existo y que me alegro mucho que os queráis mucho. Miguel,
hombre, a ver si me escribes antes de salir de ahí. Yo te escribiré en seguida
y más largo. Abrazos grandes.
(en el margen superior del principio de la carta):
Miguel, que no salgan erratas. Que lo repasen bien en
la prueba, entre dos personas: una a leer en voz alta. [Se refiere al poema que
menciona que adjunta a esta carta.]
(en el margen derecho de la primera página):
¿Me ha escrito Ramón [Pérez Álvarez] ? Como he estado fuera, no sé si [se]
habrá perdido.