Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

jueves, 19 de abril de 2012

"Elegía a Gabriel Sijé", por Carlos Fenoll de 1949.


"Cuando haya muerto, vosotros, los que me amáis, no llorad sobre mi tumba. Entended que mi vida sólo puede ser dichosa en el silencio, allegada de silencio y tierra: por eso no debéis llorar".

Esto pedías a cuantas te amábamos, Justino, en una página de tu libro "Del sencillo amor".

Pero tú has sido para mi corazón tan pródigo del tuyo, y iu sola presencia me alivió tantas veces el alma atormentada, tornándomela dócil y serena ante la vida, que si no hubiera llorado por saberte dichoso definitivamente, ni por el brusco desatarse de tantos lazos inefables que nos unían, 10 haría sólo por humano egoísmo.

Serías tú, quizá, antes de muerto, como la hermosa y triste luna deshojada de un paisaje solitario y romántico, o Como el sol velado de una tarde de otoño; como una cosa de suprema fragilidad, ternura y melancolía; parte integrante d>> esa belleza sobreña toral que ama ese algo indefinible, vago, misterioso, subterráneo a mi sangre, sobrenatural también... Y he llorado por eso. O sería quizá, después de. muerto, un camino de eterna soledad, sin árboles ni fuente; camino blanco y duro, aniquilador de todo humano amor, de toda humana esperanza..., y he llorado por eso... Pero, no; no lo sé... Te he llorado sin pensar por qué, por la misma fuerza ciega que produce el volcán, las flores y ta muerte.

NOTA.-
Gabriel Sijé, muerto el 20 de junio de 1946.
Se publicó en Juventud Mariana, "Rincón Literario", Orihuela año I, nº 7, septiembre 1949, p-9.
Hoja que publicamos gracias a la aportación de Aitor L. Larrabide de la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela.