Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

jueves, 23 de febrero de 2017

Carta inédita de Carlos Fenoll a Miguel Hernández con el membrete de la revista Silbo



LIBERTAD-PANADERÍA
ORIHUELA
 
(HOJA DE POESÍA)
 
"s i l b o"                


 


               Querido Miguel: Pura coincidencia: cuando estaba cerrando una carta para ti --lunes en la mañana-- me llega Ramón [Pérez Álvarez] con la tuya. Todo lo que en ella me dices es todo lo que yo quería saber y te inquiría en la mía. De todas formas te la envío una vez que te he escrito.
            Ahora que me dices con seguridad que vienes pronto, mi alegría crece y se empina en feliz equilibrio. Me reservo lo más interesante que me quede por contarte para cuando hablemos en "presona".
            Lo que no me reservo de ninguna manera es el decirte que la obra para obtar (sic) al premio Lope de Vega que tienes ya francamente emprendida, sería un crimen que la dejaras de la mano por escrúpulos que a mí me parecen injustificados. Ramón me cuenta que le dices en una carta que tu decisión la motiva en ese caso el hecho de que Alberti se presente también con un Sinaí de influencias. Tú estás mejor dotado para el teatro que él; y, respecto a las influencias, tú también puedes cosechar algunas. A demás... Bueno, nada. No desmayes, eso es. Que son 10 mil pesetas y la consagración definitiva. ¡Adelante con eso, adelante, adelante, adelante, me cago en el tote!
            Los poemas que me envías irán en el próximo número y colocados en lugar de alguna preferencia, por lo que sea. Tú estarás aquí para cuando se vaya a confeccionar, ¡qué jinojo!
                                                           Un agrazo y si quieres
                                                           otra vez los cinco lobitos.
                                                                       Carlos

(A pesar de que firma y se despide, sigue la carta):

            Del librillo de poemas nuestro, te digo: si logras reunir 10 o 12 pesetas ya significa una cortina libre, puesto que el teatro dio la materia prima del periódico este mes y ya casi no urgen. Claro que para el próximo número hacen un buen papel como levadura. El resto de los libros, si quieres, se los vas regalando a quien te parezca.
         El gusto de la edición lo hemos sacado, así que todo son ganancias. ¡Vaya negocio si se vendiera mucho!
           Bueno, ahora voy a escribir un soneto que me está bailando toda la mañana en el ojo izquierdo: "La legaña del mundo, la legaña..."
           Sobre eso del color del papel de "Silbo" tienes muchos kilos de razón. Bueno, ya hablaremos, porque sobre este particular del color del papel hay un terrible "pero".
         La primera carta como la segunda me parece que te llegan a destiempo. Están escritas un sin fin de siglos, pero están escritas y eso ya es lo bastante para no quedarme con ellas.
           Te oiremos, claro, en un silencio religioso, el próximo lunes.
            Hasta nuestro cercano abrazo.
          No te olvides de decirme con antelación tu fecha de llegada. Más abrazos , te añoramoste añoramos y te repito lo de mi ................  (bendición?) (..........) y lo que dice Carlos sobre ............ (Lofeu?).



...........................La revista Silbo...................... 

"Las inquietudes literarias que se vivían en la tahona, convertida en un particular ateneo”. He aquí la frase célebre de Miguel: “en este horno se hacen versos como panes y panes como lunas”. Por su parte Jesús Poveda, en Vida, pasión y muerte de Miguel Hernández (1975), cuenta así el nacimiento de la publicación: “Cuando ya la muerte anticipada se nos había llevado a Sijé, y Miguel Hernández estaba ya colocado en Madrid, Carlos Fenoll y yo quisimos consolarnos haciendo algo que fuera positivo para nosotros, que nos devolviera el ánimo para conseguir soportando aquel vacío. Y entonces echamos a volar una hoja de poesía en colores verde-azul-amarillo-rosa que llevaría siempre trabajos inéditos de los mejores poetas de España, de lo cual se encargaría desde Madrid nuestro hermano Miguel... Echamos a volar esta hoja de poesía y la llamamos Silbo, nombre que nos sugirió el poema de Miguel, “Silbo de afirmación en la aldea”. Por la dirección le pusimos la de Libertad-panadería. Salió el primer número de Silbo y fue recibido con júbilo en Madrid.”
  Miguel Hernández puso en contacto a sus redactores de Orihuela con Juan Ramón Jiménez, Vicente Aleixandre, Enrique Azcoaga, Luis Enrique Délano. Las viñetas de la revista serían las que enviaba la pintora Maruja Mallo. Difusión-Número de lectores: según Efrén Fenoll, se repartían por Orihuela unos 150 ejemplares, la tirada era de 300 ejemplares y costaba sesenta pesetas.

 La revista Silbo de Orihuela se edita en mayo y junio de 1936. Al entrar la guerra el tercer número no se editó.