Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

miércoles, 8 de febrero de 2017

Carta de Carlos Fenoll a Jofesina Manresa, sobre un soneto de Miguel Hernández inédito.







Barcelona, 20 de Agosto - 1967


            Sra. Josefina Manresa.

            Estimada Josefina: Le ruego me disculpe por haberme olvidado en mi carta anterior de esclarecerle el punto que se refiere a cómo me entregó Miguel los sonetos, si escritos con su letra o a máquina.
            Veo muy oportuno y natural que usted desee conocer todos los detalles que se relacionan con la obra de Miguel, así como comprendo perfectamente el sagrado deber y el exclusivo derecho que usted y su hijo tienen de velar por ella.
            Los sonetos me los entregó escritos a máquina. Precisamente a petición mía los pasó él mismo, debido a que a mí me rogó el gerente de la imprenta donde se editaba SILBO que hiciera lo posible por llevarle todos los originales escritos a máquina, con objeto de facilitar su lectura a los tipógrafos, con lo que ganaban tiempo, pues se evitaban muchas erratas en la composición al no tener que interpretar los rasgos dudosos de los originales manuscritos.
            Debido al valor actual de todo lo suyo autógrafo, aparte del literario, yo me he llegado a preguntar: ¿Qué haría Miguel, después de copiarlos, con aquellos escritos con su letra? Y creo tener la respuesta exacta: Entonces no le dábamos ningún valor, absolutamente ninguna importancia, a nuestra letra en sí, sino a lo que expresábamos con ella, y todos rompíamos cosas después de pasarlas a máquina, es decir, lo escrito a pluma o lápiz. Se ignoraba el futuro, como siempre. Los rompería. Eso es todo.
            No le he mandado las primitivas copias, sino otras nuevas, porque el papel de aquéllas, que ya era de malísima calidad, se halla en la actualidad a punto de deshacerse, más amarillo que un muerto de ictericia, y muy diluida, muy borrosa la impresión de las letras, hasta tal punto que algunas palabras no se pueden leer, salvo que yo las tengo en la memoria.
            Con absoluta sinceridad le digo que siempre me sentiré contento al recibir sus letras y de poderle servir en todo lo que usted crea oportuno.
            Para usted y Manuel Miguel, un afectuoso saludo de
                                                                      
                                                                                              Carlos Fenoll

            Recuerdos de mi esposa, que también la conserva a usted nítidamente en su memoria, según me dice.