Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

sábado, 8 de noviembre de 2014

"Carta lírica a Carlos Fenoll en su centenario". Publicada en "Hablan los poetas"


En el libro "Hablan los poetas, caleidoscopio de las artes", que ha editado Espejo de Alicante, aparece publicado e artículo "Carlos Fenoll en su centenario", de Ramón Fernández Palmeral, pág. 232 y 233. ISBN.: 978-84-95223-28-9. Edita Grupo M.G. Difusión, SL. impreime RGVPRINT. 655 699.685.
 Alicante.

                                                         TEXTO


            CARTA LÍRICA A CARLOS FENOLL EN  SU CENTENARIO

     Con cien años a la espalda, resurgido de un vaporoso sueño, el sueño prestado de la historia de la literatura y del polvo del olvido, juntos para  siempre con el amigo cabrero, el más íntimo del genio y perito en lunas y octavas reales, que se fue solo con su sombra  vencida y tu sonata pastoril.
    Tu memoria lírica, Carlos Fenoll Felices (1912-1972), poeta-panadero, vienes a mí, vienes con mis viejas lecturas hernandianas  y al recuerdo  de tu “Canto encadenado” y de  “La hora maldita”.
    Fue en la tahona al refugio cálido de la leña menguando en el horno, allí os reuníais, no en tertulia, sino en coro de lecturas poéticas,  mas algunos amigos  de la generación oriolana del 30 y del 36 cociendo la revista  "Silbo".
   Al ardiente calor del alcabor recitas con el cabrero-poeta Miguel Hernández, le trovas y cantas mientra con tu pala de marinero en tierra bogas por los mares de la fantasía y de los deseos de libertad y de salir volando por la ventana envuelto en hojas del ABC o montado en un “Silbo”.  Mientras el misterio de la levadura de los panes y los versos fermentan al son secreto más antiguo de mundo: el pan nuestro de cada día se cuece con poesías.
   Y es en la ferocidad del león del 36 cuando decides, casado y ya con tu primogénito  de meses, marchas con Jesús Poveda a la guerra de España de parte de la Republica constitucional,  en las trincheras  Madrid y en Toledo, Carabinero fuiste haciendo la guerra con fusiles y remos de pan.
   Llegado el verano de 1947 es cuando, cansado de tu Orihuela  natal falangista y caciquil,  decides emigrar a la Ciudad Condal, la nueva tierra prometida, por los mares  de Colón, que siempre tiene el mismo y embalsamando y broncíneo dedo apuntado a América.
    Aquí,  sin quererlo volviste al misterio de los trigos y las los panes, horas de vigilia nocturna, otra vez perseguido por el fuego del honro, a tu antiguo oficio oriolano de panadero.
   Tu “Canto encadenado” queda encerrado en la historia de las cadenas del papel imprenta, y eres hombre de nuevo en el recuerdo, que sin olvidar el pasado vienes a esta páginas de Internet en tu centenario. Qué lejos quedaron aquellos años de la calle de Arriba, festero, de toros y c ante jondo, más tu buenas poesías al rescoldo del honro.
   Esperemos que tu centenario sea centelleante y festejado por los oriolanos, y entres de una ve en el Literatura Nacional como te mereces.


Ramón Fernández Palmeral

Alicante, mayo de 2012.