Con el pan de tu sangre me sustento,
panadero de almas cereales:
hombre y obrero que por todo vales,
y que por todo tienes fundamento.
Eres un corazón en movimiento
con un rebaño azul de madrigales,
con verso cuajado en los panales
el más puro caudal del sufrimiento.
Con la flor de la vida de tus huesos
y el sudor de tu sangre derretida
edificas el pan que no te sobra.
Y vas sembrando lumbre con los besos
de la planta del pie, señal de vida,
rumbo del amor, cosecha de tu obra.
Sonteto del poeta Manuel Molina a Carlos Fenoll