Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

viernes, 9 de marzo de 2012

Artículo: Clarines de guerra y "Versos de Paz". Publicado en 1935 en "El Día" de Alicante


En su primero época, la época en que el poeta dá (sic) su corazón y lo pone en todo, románticamente, con viril arrebato; en esa primera época agridulce y sentimental en que se aspira voluptuosamente la flor de la aventura, pero del alma bellamente desnuda a todos los vientos, Francisco Martínez Corbalán [1889-1933], nuestro llorado poeta, compuso una poesía titulada «Versos de Paz», impregnándola del ruego mas romántico y más humano de su corazón.
La registra el índice de su libro 'Caminos'.
El azar ha puesto ante mis ojos estos “Versos de Paz” en esta hora gravísima en que amenaza el vuelo del cuerno de la guerra en inquietantes giros, con extender su raid (sic) lo fatídica influencie, de la bélica inminencia italo-etiope, al resto de Europa en espectativa (sic) de hierro. Son como un vivo destello de esperanza, como una oración ante una tormenta...
He aquí, lector, estos «Versos de Paz»

Señor, dulce Señor... Detén la mano
del hermano que vá contra el hermano;
taja del corazón la crueldad;
al lobo hambriento aparta del aprisco...
Dános la Caridad
y el amor, todo amor de San Francisco.
No se torne rubí bravo y caliento
el cristal rumoroso de la fuente:
que no turbo la paz de los senderos
que perfuman las rosas,
el rudo galopar río los guerreros
con sus trompas de guerra clamorosas.

Que haya paz en el monte y en el llano;
que el corazón se torne del corazón hermano;
que las madres son madre sobre todo la tierra
y las novias, que llevan risa y bese en la boca,
¡No saben de la guerra
ni del soberbio afán que las provoca!
Ni son los hombre, no los triunfadores
de esta recia contienda de rencores;
son los lobos del Señor, lo carniceros
lobos que avanzan, negros y ululantes,
con la amenaza en los colmillos fieros
y las lenguas sangrantes.

Son los rudos mastines de la Muerte
—ojos de fuego, sed, carlanca fuerte —
que ventean la sangre extremecidos (sic)...
Son los cuervos que vuelan graznadores
sobro los cascos de los aguerridos
soldados invasores.

¡Es la miseria y el dolor humano
Lo que el hermano deja al otro hermano!
Señor, Señor... Ten teda tu piedad.
Al lobo hambriento aparta del aprisco...
¡Dános la caridad!
y el amor, todo amor do San Francisco!


No fué la humana súplica del poeta encaminada a una determinada auto¬ridad temporal. Invoca en al dueño Señor, que tiene poder eterno, eterna piedad para con sus criaturas. Por eso estos «Versos de Paz» son como un destello de esperanza, pues do Dios espora siempre su bondad quien en Dios puso su fe, el único tesoro inestimable de nuestra vida.
Que El permita que estos «Versos de Paz» enmudezcan a los metálicos clarines de la guerra.
Orihuela, septiembre
CARLOS FENOLL

Comentarios de Palmeral:
Si a un escritor o incipiente periodista le dan una columna para publicar un artículo en un periódico, lo que no se puede hacer es dedicarle el protagonismo, tu espacio a otro, como en este caso Carlos Fenoll se lo cede a Francisco Martínez Corbalán, periodista y mediocre poeta yeclano fallecido en 1933 por muy místico que se ponga al ceder la intermediación del Señor ante los lobos de la guerra.
Carlos hace referencia a la Guerra Italo-Etíope, invación duró 7 meses, entre 1935 y 1936. Es vista como una muestra de la política expansionista que caracterizó las Potencias del Eje y de la ineficiencia de la Sociedad de Naciones, antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Desde su llegada al poder Benito Mussolini había prometido la creación del Imperio Italiano, que controlaría el Mediterráneo, en aquel entonces en poder de Francia e Inglaterra. No deseando iniciar la guerra con estos países, Mussolini enfocó su vista en Etiopía, una nación independiente pero débil, situada entre las colonias italianas de Eritrea y la Somalía Italiana.

Juan Sansano Benica, oriola y director de "El Día" de Alicante le dio otra oportunidad, y a la semana siguiente (7 de octubre 1935) apareció publicado un excelente artículo de Fenoll "Hace un año" sobre su experiencia personal en la rebelión de octubre en Barcelona de 1934. Sin embargo, un periódico se hace eco de la actualidad, no de lo ocurrido hace un año, que pertenece más que nada a la historia que a la crónica periodística.

Carlos no volvió a publicar en "El Día" de Santano, desconocemos la razones.

No sé qué causas de llevaron a seleccionar el poeta de Corbalán "Versos de Paz", muerto dos años antes, era caso una especie de homenaje, pensamos que tenía en su poder el libro "Camino" y lo usó como llamada de atención entre la guerra italo-etíope y la maldad de los hombre.
Paco Martínez Corbalán es conocido en el mundo henandiano por la entrevista que le hizo a Miguel Hernández a madrileña revista Estampa (20-02-1932), titulada con perfil pintoresco “Dos jóvenes escritores levantinos. El cabrero poeta y el muchacho dramaturgo”.


NOTA
Hl periódio "El Día" ha sido facilitado por el Centro de Estudios e Investigación Vicente Ramos de Guardamar de Seguras. Por mediación de Otilia Maciá.
Referencia: CEI "Vicente Ramos"
Archivo: Personajes Destacados
Sign. PERDEST. 18/3