Carlos Fenoll, por Palmeral 2012

martes, 14 de marzo de 2017

Carta de Miguel Hernández a Pedro Pérez Clotet, donde se cita a Carlos Fenoll, sobre al revista "Isla"











A Pedro Pérez Clotet (1)
(Orihuela, 29 agosto 1933)
Amigo poeta:
Por fin en mis manos: isla. La esperaba esta mañana dominical de estío y se la he arrebatado impaciente al cartero de las manos, lente lírico, barquillo de poesía. Con la precipitación de desenros­carla, he desgarrado ligeramente una de sus superficies de naranja torre de atrás con el sol más moribundo entre sus piedras. De golpe de avidez me la he leído, digo tragado, esta tarde en la siesta en una cueva fresca de cuya oscuridad se aprovecha el paisaje de colinas, torres y huertos por el río, para robustecer con exceso sus luminosi­dades.
Amigo mío: su isla, mi isla, en su 2-3 desde su primer filo húngaro de magiar hasta su postrer filo caudaloso del pintor Rueda y pobre, hasta su final de usted con su nota mejor de mi libro que se besa con «Los collares enfermos» del malagueño, tan poeta, tan poeta que pidió ante su muerte el traslado de sus restos: para no reposar allí definitivamente bello, isla levantina de Tabarca, a mi diminuta isla que sólo he visto desde la costa como un repellón de hermosura terrestre en el agua, es un puro regolfo de poesía donde han ido a desembocar, lo mismo que en el mar, ríos desde el río de categoría y ducho hasta la fuente precoz, pirata y verde.
Su contenido nuevo ha pasado bajo mis ojos varias veces —más pasará— como un desfile su belleza: Urbano, Jarnés, Vallejo, Pe­mán, Carmen Estevan, Manolo Gil, María Casas, en fin, todos los poetas que nutren las páginas de isla dicen cosas estupendas. Este 2-3 es muy superior, al número primero de la revista. Ha hecho usted porque así fuera ¿verdad?
He dado a Fenoll [Carlos] su número. Creo que le escribiré pronto. La dirección de Sijé: Ramón y Cajal, 27, piso primero. Piensa escribir­le o enviarle la revista.
Estoy acabando mi segundo libro para enviarlo a octubre al Con­curso Nacional. Definitivo original. Poemas de factura clásica. Al revés de Perito en lunas éste es un libro descendido y descendiente del sol, solar. Claro y concreto, me parece que como no haya comi­da de negros, será para mi ambición el premio destinado por el Estado al mejor libro lírico. Ahí va esa fotografía deportiva, cañónigo x que destrozo de cuando en cuando algunos versos dándole con la cabeza, con el balón. Como advertirá mis ojos casi desafían al sol que me abofetea de brillo la cara a esa luz tardía que Jorge Guillen vio con presencia. La tierra que piso en ella, la anduvo jugando Gabriel Miró: es la del patio del colegio en que pasó su infancia y adolescencia entre oscuridades jesuítas. Si la Kodak hu­biese desviado un poco el objetivo hubiera salido el muro que tiene arriba esa ventana de la enfermería en que sintiera enfermo «las primeras tristezas estéticas». La gente que me rodea es toda obrera e inocente.
¡Eh, su Trasluz! ¡Mándeme en seguida su Trasluz\ Cuando quiera puede pedirme algo para la tercera salida de isla, que, como tal, para estar perfectamente tiene que tener algún naufragio transitorio y vigoroso.
Saludos y un apretamiento de manos.
Miguel Hernández Giner.
En mi huerto a la hora en punto de la una del día 29 de agosto de este año (hora de comer Orihuela).
Marqués de Cádiz, 5.
Cádiz.